De cara a las fiestas de fin de año, la reunificación de familias empieza a incrementarse y la aprobación a que se reactiven las actividades comerciales cada vez es mayor, según se evidencia en el estudio más reciente de ProDatos.
En el estudio exploratorio realizado entre el 6 y 9 de octubre, el 46 por ciento de las personas en el área metropolitana dijo que en los últimos quince días visitó un restaurante o cafetería. De igual forma, los supermercados o despensas mantienen una afluencia alta, pues el 84 por ciento de las personas afirmó que visitó uno en las últimas dos semanas.
El confinamiento obligó a las personas a permanecer aisladas, incluso de sus propios familiares. Sin embargo, cada vez hay más disposición de reunificarse. El 36 por ciento de los entrevistados dijo que asistió a reuniones con parientes cercanos. Esta cifra aumentó siete puntos porcentuales en relación con septiembre.
Al interpretar estos datos, el sociólogo Ricardo Saenz Tejada considera que la estrategia de comunicación del gobierno ha sido exitosa en convencer a las personas que la pandemia está bajo control.
El experto explica que las personas actúan con base a la información disponible, independientemente de que esta sea de calidad o no. De tal cuenta, aunque el número de pruebas para rastrear la pandemia es insuficiente, la ciudadanía podría sentirse tranquila dados los mensajes que lanzan desde el Ejecutivo.
También le interesa | Más gente sale de casa para asuntos no indispensables
Crece aprobación a la reapertura
Los restaurantes y el transporte público podrían experimentar un alza en la demanda en las próximas semanas, pues más del 50 por ciento de las personas entrevistadas declaró que sí está de acuerdo con que operen ambos sectores.
En el caso de los centros comerciales, casi la mitad de los encuestados, un 49 por ciento, dijo estar de acuerdo con que abran.
Efectos del confinamiento
Héctor Molina, presidente del Colegio de Psicólogos de Guatemala, dijo que las personas suelen ser muy rutinarias y el confinamiento alteró todos los hábitos que se tenían.
La tendencia a reunirse con familiares y salir de casa se puede interpretar como la necesidad que hay de liberar estrés y de establecer lazos afectivos, los cuales son indispensables para mantenerse mentalmente saludable.
“Las personas tratan de ver cómo salen del estupor inicial que le provocó el encierro. Tratan de liberar el estrés, de distraerse, de ver a otra gente. Se trata de gozar de la libertad que se privó por el confinamiento”, explicó Molina.
Sin embargo, se debe ser responsable para no desencadenar los contagios, pues el virus no ha desaparecido, afirmó.