Guatemala

Quédate en México la política que podría regresar en la nueva era Trump

Durante la vigencia de este programa Human Right Watch documentó que el 80% de los migrantes que llegaron a la frontera México–Estados Unidos sufrieron algún tipo de abuso.

Decenas de migrantes esperaban respuesta a sus solicitudes de asilo a finales del año pasado. Fotografía: EFE/Juan Manuel Blanco.

Decenas de migrantes esperaban respuesta a sus solicitudes de asilo a finales del año pasado. Fotografía: EFE/Juan Manuel Blanco.

Las políticas migratorias severas desde los Estados Unidos comenzarán desde este lunes 20 de enero, según los pronósticos de expertos en temas migratorios, quienes consideran que la nueva administración de Donald Trump implementara acciones contundentes contra la comunidad migrante desde el día uno de su nuevo mandato.

Trump asumió este lunes como el nuevo presidente de los Estados Unidos en sustitución del demócrata Joe Biden, afirmado en su discurso que “rescatará” América.

Durante su primer periodo presidencial se implementó el programa Quédate en México, que buscaba regular los procesos de pedido de asilo a los Estados Unidos, una medida que a criterio de organizaciones como Human Right Watch tuvo efectos devastadores al hablar de los derechos humanos de los indocumentados.

El programa en mención, conocido inicialmente como Protocolos de Protección al Migrante (PPM), estuvo vigente de 2019 al 2022. Los Estados Unidos enviaba a México a todo aquel ciudadano migrante que estuviera buscando asilo en el país norteamericano.

De acuerdo con datos del Gobierno de México, publicados en enero del 2022, el programa deportó a cerca de 71 mil migrantes a diversas ciudades fronterizas mexicanas, originarios en su mayoría de Latinoamérica y el Caribe. De esa cifra, sólo 3 mil personas fueron readmitidas en Estados Unidos, con sus excepciones. 

Guatemala fue el segundo país, solo después de Honduras de inscribir más ciudadanos en el programa, reportados por el gobierno mexicano a enero del 2022. En total, se registraron 23 mil hondureños en el programa, 15 mil 806 guatemaltecos, 11 mil 490 cubanos y 8 mil 133 salvadoreños, entre los cuatro países que más migrantes se acogieron al programa.  

Con el cierre del programa por parte de la administración de Joe Biden, unas 13 mil personas pudieron continuar su proceso de admisión. 

El procedimiento

Los migrantes que buscaban acogerse a este proceso tenían que solicitarlo en los puntos situados entre la frontera de México y Estados Unidos, pero mientras las cortes estadounidenses daban una respuesta tenían que permanecer en alberges de México.

Tenían, como primer paso, que someterse a una entrevista de “detección de miedo”, para validar que eran personas en autentico riesgo de tortura en caso de regresar a su país de origen.

Luego de cumplir con la entrevista y demostrar un “miedo” real en su país de origen, eran enviados a albergues de México hasta que fueran citados por alguna corte de Estados Unidos para darle seguimiento al proceso de asilo.

Violaciones a Derechos Humanos

Human Right Watch destacó que durante la implementación de este programa hubo serías violaciones a cerca del 80% de migrantes que buscaron esta protección de asilo político. Documentando casos de abuso, extorsiones y hasta violaciones.

Los migrantes que buscarán un refugio por ser víctimas de escenarios violentos por temas de criminalidad, tenían que permanecer en un escenario similar al que motivó originalmente su migración, detalla la organización internacional.

Incluso, personas con algún proceso de deportación previo, por mantenerse en una situación irregular en los Estados Unidos, no eran elegibles para el programa.

Tampoco los mexicanos eran aptos para este programa, lo que bloqueaba directamente a este grupo social, que en ocasiones buscaba refugio por temas de criminalidad.

ESCRITO POR:
Douglas Cuevas
Periodista de Prensa Libre especializado en temas políticos y del sector justicia, con 15 años de experiencia en periodismo escrito, televisivo y radial.