Esa característica es que en ambos casos se trata de sismos de poca profundidad que son llamados sismos corticales.
Básicamente, estos sismos se producen de manera superficial y tienen una profundidad menor a los 25 a 30 kilómetros.
Los sismos en las dos regiones fueron seguidos y tuvieron una profundidad de 3 km hasta ese umbral de límite de 30 km.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala (Insivumeh), estos sismos corticales son actividades totalmente independientes y no hay una relación de influencia de una secuencia a la otra.
Una de las inquietudes es hasta qué punto pueden producir un evento de “gran” magnitud; sin embargo, según expertos del Insivumeh, esto depende, entre otras cosas, de distintas características geológicas y no necesariamente de la cantidad de eventos recurrentes.
Precisamente, la región de Huehuetenango y la zona del Pacífico se encuentran entre las zonas sismo genéticas, en donde la actividad sísmica tiene un comportamiento definido.
Son áreas de la corteza terrestre donde se espera que ocurran sismos basándose en la actividad sísmica histórica y la geología local.
Aunque una predicción exacta sigue siendo imposible, los expertos han logrado establecer en estas zonas ciertas características sísmicas, como la magnitud de los sismos anteriores y los periodos de recurrencia.
Para Guatemala, el proyecto Reducción del Riesgo Sísmico (RESIS II) propuso 8 zonas sismo genéticas denominadas G1 a la G8.
El Servicio Sismológico de Guatemala (SSG) complementa que la diferencia de los sismos corticales, con respecto a otra clase de eventos sísmicos, es que estos tienden a ser más percibidos, debido a su proximidad a la superficie y por lo tanto con las poblaciones.
PRONÓSTICO DE TEMPERATURA SUPERFICIAL DEL MAR
Del 24 al 27 de julio 2023.#INSIVUMEH, Desarrollo geocientífico para todos. #SomosINSIVUMEH #Guatemala pic.twitter.com/Y0ErMgynDJ— INSIVUMEH Guatemala (@insivumehgt) July 24, 2023
Tanto en Huehuetenango como el Pacífico, son dos regiones que están dominadas por la interacción de las placas tectónicas de Norteamérica, Caribe y Cocos. Estas placas están en constante movimiento, provocando sismos todo el tiempo, aunque la mayoría suele ser imperceptibles, según la institución.
Estos sismos son resultado de la liberación de tensión acumulada en la corteza de la Tierra. A veces, esta tensión se libera en forma de una sucesión de sismos, pero con ello no se puede establecer con precisión que anticipen un terremoto de mayor magnitud.