Aunque la pandemia ya no tiene el mismo impacto, el uso del alcohol en gel antiséptico se quedó como parte del día a día. Ahora es usual que hayan recipientes para distribuirlo colocados en las oficinas o espacios públicos como centros comerciales o en lugares de mayor concentración de personas.
Incluso, la industria creó otras versiones en botellas personalizadas, aromatizados y con colores llamativos.
Lo cierto es que ya desde antes de la pandemia existía esa evolución comercial del alcohol en gel, y también diversos casos reportados de su consumo, especialmente en niños o adolescentes que buscaban “embriagarse”.
El desinfectante está compuesto en promedio de un 70% de etanol, que es igual al alcohol etílico, mientras que el alcohol en las bebidas suele tener una concentración entre el 5 y el 40% de alcohol.
“Si una botella de vodka contiene 40% de alcohol etílico, un envase pequeño de gel antibacterial puede tener hasta 90%”, explicó el farmacéutico Gaylord López, director del Centro Toxicológico de Georgia de EE. UU. a la cadena BBC.
Practica riesgosa
La práctica de consumirlo se había impuesto como una “moda” incluso antes de su uso masivo por la pandemia, según lo describen diversos artículos en medios de comunicación y sitios especializados en temas de salud.
De acuerdo a estas publicaciones, hubo casos en distintos países en que niños y adolescentes llegaban a las emergencias para ser atendidos por registrar niveles extremadamente altos de alcohol en la sangre.
Los casos más fuertes ocurrieron en países como los Estados Unidos, o en Europa, como en Inglaterra, donde se reportaron pacientes con fallas renales, intoxicaciones o hasta envenenamientos.
En algunos casos se reportaron robos en las farmacias por jóvenes que buscaban consumirlo para embriagarse, por lo que fueron retirados de los estantes.
De allí que surgiera la alerta de prevención, pues en muchos casos los frascos de alcohol en gel están al acceso de los niños, incluso se solicita en las escuelas en las listas de útiles escolares para que los estudiantes los utilicen al ser un compuesto desinfectante efectivo.
En Guatemala, un caso recientemente se registró en Quetzaltenango, donde un grupo de ocho jóvenes consumió una mezcla de gel hidroalcohólico y agua y llegaron a estar en riesgo de sufrir una intoxicación, lo que ameritó que se les trasladara hasta el hospital.
Los médicos determinaron que no sufrieron daños en su salud, pues afortunadamente consumieron una baja cantidad, pero esto no siempre resulta así.
¿Qué pasa cuando se ingiere alcohol en gel?
Cuando se trata de una intoxicación leve, consumirlo puede provocar síntomas como irritación del aparato digestivo, vómitos, diarrea, tos, lagrimeo, ojos rojos o visión borrosa.
En casos de que la intoxicación sea más grave, los síntomas son similares a los derivados del exceso de alcohol: sequedad e irritación en boca u ojos, somnolencia, dificultad para respirar e hipoglucemia. Incluso puede llegar a producir convulsiones, coma o la muerte.
No obstante, en los casos más extremos registrados se constató que los consumidores tenían padecimientos previos como diabetes, problemas del corazón o respiratorios.
Las emergencias más extremas en niños menores han conllevado que se les realicen diálisis en los riñones, para poder drenar el alcohol en su torrente sanguíneo.
Una de las principales recomendaciones es supervisar su uso en niños pequeños ya que pueden sentirse atraídos por el olor, muchas veces afrutado, o los colores de los envases.
El desinfectante en gel también es inflamable por lo que es necesario utilizarlo con prevención y esperar a que se seque antes de realizar actividades que involucren calor o estática.
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