Los datos recién fueron publicados por la cartera, el informe señala que se evaluó a 2 millones 224 mil 843 estudiantes que representa al 70.2% de la población escolar, y participaron 27 mil 706 centros educativos.
Al observar los datos por nivel académico el grupo de estudiantes de preprimaria tuvo un mejor desempeño en Matemática, seis de cada 10 alcanzaron las habilidades necesarias que establece el Currículo Nacional Base (CNB). Sin embargo, en el área de Lectura bajó a cinco de cada 10, al igual que en Escritura.
Los resultados de primaria son similares en las tres áreas examinadas, cuatro de cada 10 demostraron tener los aprendizajes requeridos.
Pero la puntuación es menos alentadora en los niveles de básicos y de diversificado. En Matemáticas y Escritura solo dos de cada 10 fueron bien calificados, en Lectura llegó a tres.
La evaluación diagnóstica califica al estudiante en cuatro niveles. Si se ubica en los dos primeros, su nivel de desempeño se encuentra por debajo de las habilidades correspondientes al grado que cursa. En el nivel 3 tiene lo mínimo que establece el CNB, y en el 4 se menciona que demostró las habilidades esperadas.
Edin López, coordinador de la Mesa Interinstitucional de Innovación Educativa y de la Asociación de Servicios para el Bien Común (Assebien), indica que los resultados muestran que un alto porcentaje de estudiantes en todos los niveles educativos están debajo del aprendizaje esperado. Se ubican en los niveles 1 y 2, cuando debería estar, por lo menos, en el nivel 3, con las habilidades mínimas requeridas.
Esta evaluación diagnóstica la implementó el Mineduc para medir el nivel de aprendizaje de los estudiantes luego del cierre prolongado de las escuelas por la pandemia del covid-19, y determinar si cuentan o no con lo esperado para el grado que cursan.
Francisco Cabrera, analista independiente en temas de Educación, señala que esta evaluación no goza de confiabilidad como sucede con otras pruebas realizadas por el Mineduc, como las de graduando. Debido a que se entregaron a cada docente para que las pasara a sus estudiantes, por lo que no se puede garantizar la transparencia de los resultados.
“El análisis es que los estudiantes tienen que esforzarse, ellos tienen una parte de responsabilidad en los resultados y en la solución, lo mismo que los maestros, pero el Ministerio de Educación es el gran responsable, pues las fallas que se están produciendo son fundamentalmente porque el sistema educativo de Guatemala carece de una estrategia de impacto pedagógico. Lo que muestran los resultados es que hay un rezago alarmante (en el aprendizaje)”, menciona Cabrera.
Sin mayor cambio
Una primera medición diagnóstica se hizo en el 2021 y las pruebas se aplicaron de agosto a octubre de ese año, y participó el 64.4% de los estudiantes inscritos. Los resultados arrojaron que en el área numérica el 67% estaba por debajo del nivel mínimo esperado, un resultado que se igualó en la evaluación de Lectura, mientras que en Escritura fue el 70%.
Si bien se observa una mejora en los resultados de este año, Lopez refiere que no se puede hacer una comparación de los datos porque la población evaluada es distinta. Pero llama su atención cómo algunos indicadores educativos en Guatemala subieron mientras en el resto de los países se evidencia que hay una disminución de los aprendizajes en los estudiantes, cuando destinadas a mejorarlos a nivel nacional fueron mínimas durante la pandemia.
“Seguimos teniendo datos donde se evidencia que el Sistema Educativo no está brindando un servicio educativo de calidad”, agrega, pues si solo el 40% de los estudiantes tiene las habilidades esperadas para el grado que cursa, el 60% restante no tiene el mínimo que se requiere.
No se puede negar que es positiva la realización de estas pruebas diagnósticas por parte del Mineduc, pues permiten conocer en dónde están las falencias en los estudiantes para reforzar esos puntos y tratar de recuperar los aprendizajes perdidos. Pero, a criterio de López, los resultados llegan a pocos meses del cambio de Gobierno, y las actuales autoridades poco podrán hacer para recuperar las habilidades y conocimientos que no se han logrado.
“Independientemente de un leve porcentaje de mejora, en comparación entre un año y otro, los servicios educativos en Guatemala son deficientes, esa es la conclusión”, añade.
Lo que más preocupa es que más del 70% de los estudiantes de Diversificado no tenían las habilidades mínimas para el grado en que se encontraban, pues están por ingresar al mundo laboral o a la vida universitaria. De no tener los conocimientos necesarios para ese salto, el abrirse camino en esos espacios será más difícil, muchos se verán forzados a insertarse en el sector informal, reflexionan los analistas.
¿Qué hacer ahora?
Los resultados de la evaluación diagnóstica son una radiografía del estado actual de los aprendizajes en los estudiantes de nivel público, y deben ser utilizados para establecer planes de mejora comenzando por la capacitación docente, luego enfocarse en los estudiantes dotándoles de materiales educativos en tiempo y en calidad que ayuden a recuperar las habilidades y conocimientos no adquiridos en pandemia.
Un tercer punto es articular a las Direcciones Departamentales de Educación con el nivel central del Mineduc para poder dar acompañamiento necesario en las aulas y mejorar el proceso educativo.
Ante el rezago en el aprendizaje que hay en los estudiantes del sector público, Cabrera menciona que las próximas autoridades tendrán que hacer un examen que sirva efectivamente de línea de base posterior a la pandemia.
“Recomendaría al próximo Gobierno y al próximo ministro de Educación que comience por hacer una evaluación que nos permita saber exactamente dónde estamos, y la evaluación vuelva a tener los criterios de confiabilidad que tuvo en el pasado”, agrega el analista independiente.