Este contrato firmado en febrero de 2021 y renegociado meses después por la exministra de Salud, Amelia Flores, ha sido bastante cuestionado por la confidencialidad del mismo y porque dejó en desventaja al país.
Además, por la adquisición de las 8 millones de dosis y el pago adelantado del 50% del monto total que estaba contemplado, se esperaba que el transporte fuera de los costos que ya estaban incluidos.
En una solicitud de información enviada al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), el jefe del Departamento Administrativo, Erick Delgado Urbina, respondió que hasta el 7 de diciembre del presente año se han recibido 4 millones 769 mil 90 dosis de la vacuna Sputnik V.
Para el transporte de esta cantidad, la cartera ha pagado al momento la cantidad de Q9 millones 484 mil 635.68. Esto representaría la cantidad de Q1.98 por dosis.
Sin embargo, no todas las dosis tuvieron el mismo costo en transporte ya que el precio varió según la empresa de transporte contratada.
Por ejemplo, el 5 de mayo llegaron al país las primeras 50 mil dosis de la vacuna a través de la empresa DHL que dio el transporte por Q274 mil 098, es decir, Q5.48 por dosis.
Con la segunda llegada de las otras 50 mil dosis que arribaron al país un mes después, prefirió optar por los servicios de la empresa Kuehne Nagel donde el costo se redujo a Q236 mil.
A partir de esa fecha y por la cantidad de vacunas que venían, el costo siguió bajando. El 3 de julio se pagaron Q724 mil por 200 mil unidades, es decir, Q3.62 cada una y el 15 de julio que vinieron 310 mil dosis, se pagaron Q592,100.
El último lote de vacunas Sputnik V que vinieron al país se recibieron el pasado 29 de octubre, 300 mil vacunas eran para la primera dosis y 400 mil eran del componente de la segunda dosis.
Guatemala aún está pendiente de recibir 3 millones 230 mil 910 dosis por lo que los costos de transporte aún podrían subir según el número de entregas que se hagan.
Aunque aún no hay una fecha estipulada para esta última entrega, el contrato hecho por la exministra estipula que las dosis deben ser enviadas antes del 31 de diciembre del presente año, de lo contrario, el contrato se incumpliría y sería responsabilidad del Fondo Ruso.
Sin embargo, según declaraciones dadas por el actual ministro Francisco Coma en la semana recién pasada, les preocupaba recibir dicha cantidad de vacunas ya que temían que la población no quisiera vacunarse y que estas se desperdiciaran.
Esto podría ser algo no lejano a la realidad, ya que el director general del Sistema Integral de Atención en Salud del Ministerio de Salud, Eliú Mazariegos, dio a conocer la primera semana de diciembre de 1 mil 800 dosis de vacunas que se vencieron.
De esas, 820 dosis eran de Sputnik V, sin embargo, estas vacunas se echaron a perder porque no guardaron la cadena de frío que requiere.
Mal sabor de boca
Quedando diez días para que finalice el año y para que se venza el plazo para recibir las últimas dosis de esta vacuna, Karin Slowing, experta en administración pública, refiere que el contrato hecho con el Fondo de Inversión Ruso deja un mal sabor de boca por los constantes incumplimientos en las fechas de entrega.
“Nos han estafado y visto la cara por meses y no vemos ni a la Contraloría General de Cuentas ni a la Procuraduría General de la Nación emprender acciones contra la empresa por estafa, el producto está pagado y no ha venido”, respondió.
Slowing agregó que las dosis restantes deben venir porque ya están pagadas y el ministerio debe responder con una vacunación masiva en las áreas donde hace falta.
“Otra cosa es que por las situaciones que ha habido en el país la gente ya no quiera tener interés de vacunarse con la Sputnik y esa también es responsabilidad del gobierno por generar desconfianza alrededor de esta vacuna”.
Esta desconfianza por la vacunación en general fue demostrada por el Centro Johns Hopkins para Programas de Comunicación que exploró la aceptación de la vacuna en Guatemala.
El 21 por ciento de la población encuestada ha decidido no vacunarse, mientras el 18 por ciento dijo que quizá no lo haga y el 27 por ciento dijo que todavía lo está pensando.