Aunque el protocolo está listo las autoridades están sujetas a las disposiciones del semáforo epidemiológico de alertas por coronavirus que, se basa en cuatro colores, –rojo, anaranjado, amarillo y verde–, y de esta forma activarán los centros cuando estén en verde el municipio donde estén ubicados.
Lourdes Isaac, jefa de la Subsecretaría, explicó que trabajaron los lineamientos con la Unidad de Gestión de Riesgo del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y el protocolo y tiene diferentes fases para su implementación: reapertura; apertura y evaluación; inducción y reactivación educativa, y alcance de sostenibilidad educativa.
“Nosotros tenemos que esperar a que nos encontremos en verde para poder activar propiamente los centros y pues, de la misma manera se trabaja con los centros privados”, señaló Isaac.
En el protocolo se estableció que la atención que darán a los menores será realizada por diferentes vías, porque seguirán todos los protocolos sanitarios, trabajarán con guías de trabajo, juegos y terapias en el caso de la educación especial.
La subsecretaria tiene 42 Centros de Atención Integral (CAI) a su cargo y están ubicados en casi todos los departamentos del país y que atienden a 3 mil 449 menores. Además, atienden a niños de seis meses hasta ocho años, quienes son hijos de padres trabajadores –sin importar si laboran en el Estado o no–. La institución tiene registrados 302 centros infantiles: 245 son privadas, 15 son públicas y los 42 CAI.
Además, hasta marzo pasado tenía registrados cinco mil niños y niñas en las guarderías privadas, pero por la pandemia solo han reportado 1 mil 500 menores. La subsecretaría tiene bajo su responsabilidad el Reforzamiento Escolar y Prevención de la Callejización (Repredec) que tiene como objetivo atender a niños entre siete y 12 años –en total son 222 menores– para reforzarlos y darles acompañamiento cuando hacen sus tareas y así evitar que estén en las calles.
“Nosotros hemos hecho entrevistas con los padres de familia de los niños que están inscritos y no han manifestado su temor de llevar a sus hijos a los centros por los contagios y la pandemia”, narró.
Preocupaciones
Liseida López, tiene 26 años, y es madre de dos niñas, la primera tiene cinco y la segunda tres, antes de la pandemia llevaba a la grande al colegio y a la pequeña a una guardería privada y todos los días por la tarde las cuidaban a las dos en el centro donde la hija menor estudiaba.
Pero cuando se confirmó el primer caso de covid-19 en el país, la vida para ella, su esposo y la de las niñas cambió por completo, ahora la pareja trabaja en casa y solo la nena más grande recibe clases a distancia, porque la guardería de la niña pequeña cerró por completo.
Ahora que el país salió del confinamiento relativo a Liseida le preocupa regresar a laborar a la oficina, porque no tendrá una guardería cerca o que le quedé camino cuando va a trabajar para que cuiden a sus hijas. A sus preocupaciones se suman que la educación a distancia no se equipara en lo absoluto a las presenciales, además que, con todas las nuevas tareas que asumió en teletrabajo su tiempo es muy reducido para hacer tareas con ellas.
“Sé que existe el riesgo de contagio de covid-19 porque un niño no sabe como cuidarse y debe cumplir protocolos sanitarios, pero las clases en línea no son los mismo que las presenciales, aunque trate de ayudarles con sus tareas. Es una situación difícil y complicada”, reconoció.
Isaac explicó que la institución efectúa supervisiones en guarderías privadas para velar que cumplan con los requisitos, estipulaciones y normas establecida para la atención de los niños y niñas. “Nosotros lo que hacemos es registrar que cumplan con ciertos requisitos y, básicamente, supervisamos que estén cumpliendo con lo que han manifestado al cumplir con sus actividades”, agregó.
Además, señaló que en meses anteriores les han reportado que había centros infantiles abiertos y verificaron porque los niños son vulnerables, aunque sea un servicio privado.
Contagios en la niñez
La Coordinadora Institucional de Promoción por los Derechos de la Niñez (Ciprodeni) contabilizó hasta el pasado 5 de agosto, 2 mil 756 casos de covid-19 en niños, niñas y adolescentes, de los cuales 24 menores fallecieron –17 fueron de 0 a 6 años, uno de 7 a 12 y seis de 13 a 17–. Además, registró que, 1 mil 154 contagios correspondían su edad a primera infancia –0 a 6 años–, 699 de 7 a 12 años y 903 de 13 a 17.
Otto Rivera, director de Ciprodeni, reconoció el esfuerzo que realiza la SBS sobre los protocolos sanitarios que implementó para evitar ser un foco de contagio, pero también va más allá que muchos guatemaltecos no tienen acceso al agua potable y estas medidas no pueden ser aplicables en todo el país.
Además, resaltó que una de las preocupaciones que tiene la coordinadora es que, ya se aprobó el acuerdo ministerial del regreso hibrido al ciclo escolar 2021 donde se supone que hay garantías para el retorno de los menores a los establecimientos educativos, pero días atrás el Ministerio de Educación reconoció que 10 mil escuelas no tenían agua entubada ni condiciones idóneas en los sanitarios.