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A eso de las 10 horas, ya habían sido atendidas alrededor de 30 pacientes, aunque la afluencia fue menor que otros días. Una de ellas indicó que llegó y se sorprendió porque el pasillo lucía vacío y habitualmente tiene que esperar hasta el mediodía para pasar a evaluación, pero esta vez salió temprano.
De acuerdo con Ervin Kiesling, director del área de Salud del Área Central, el 7 de abril se tomó la decisión de suspender el servicio en este centro asistencial debido a que no se contaban con información precisa del daño. “Ya vimos que no es tanta la magnitud del riesgo que pueda existir para el personal o para las pacientes, y debido a la demanda (de atención) estamos dando nuevamente el servicio”.
Este martes comenzarán los trabajos de reparación, dijo. “El agujero se va a rellenar de puro concreto para que no vuelva a ocurrir lo mismo, si se le echa tierra, con el paso del tiempo, vuelva a ocurrir”, agregó.
El director refirió que hacen gestiones con el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) para en que todos los edificios en donde funcionan centros y puestos de salud del área de Guatemala centro se utilice un georadar para determinar si hay pozos que antiguamente fueron habilitados (en los edificios) y con el paso del tiempo se rellenaron, para prevenir percances como el ocurrido en la zona 13.
Trabajos de supervisión
Un equipo técnico de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) se presentó este lunes a realizar una evaluación del colapso del suelo, y se prevé que este martes esté listo el informe con las recomendaciones de la institución hacia las autoridades de salud para atender la emergencia.
David de León, vocero de la Conred, señaló que por ahora se reportan “daños por colapso del brocal de un pozo antiguo”, pero el documento contiene más detalles.
Según el primer reporte de la Conred, el hundimiento pudo deberse a que en esa área funcionaba un pozo ciego, que no fue sellado de manera apropiada y con el paso del tiempo colapsó, lo cual es usual en construcciones antiguas. El agujero tiene unos 15 metros de profundidad y un diámetro de un metro, se encuentra en la parte de atrás del inmueble donde se ubica la bodega y la lavandería. La construcción data de los años de 1950.
A la maternidad también se hizo presente personal del Instituto Nacional de Bosques (Inab), cuya sede se encuentra a la par. Nery Urbina, jefe de comunicación social de la institución, dijo que en el agujero se observan raíces de los árboles que se encuentran cerca del área socavada.
“No fueron las raíces las que provocaron el hundimiento. Allí se puede ver una fosa séptica, y también un drenaje. Pudo suceder que una vieja fuga de agua socavó la tierra y terminó colapsando el área. Las raíces buscan agua, y allí había mucha por una fuga en la tubería”, dijo Urbina.
Cerca de la maternidad hay árboles de eucalipto de gran altura, pero según Paulo Ortiz, jefe del departamento de protección forestal del Inab, más que dañar, las raíces de estos han dado soporte al suelo del edificio. No se descarta que estas se encuentren debajo de todo el terreno donde se encuentra el edificio.
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