Apoyados por las comunidades Asamblea de Dios, Puente Sion y Éxodo, de Estados Unidos, los artistas visitaron el Tabernáculo de las Asambleas de Dios para participar en un espectáculo para niños de todo el país.
Fernando Funes, integrante del grupo, informó que el show consistió en la actuación de ocho artistas que con un toque de alegría mostraron la importancia de que los padres de familia inculquen valores a sus hijos, para que los reproduzcan en las comunidades y sea un mundo “mejor”.
“A parte de traer alegría a los chicos, nuestro objetivo es dar un mensaje de fe y amor, pero principalmente llevar el Evangelio y los valores en esos momentos de crisis para que abran su corazón a Cristo, ya que desde el momento en que decidimos cambiar, la comunidad cambia y, por ende, todo el resto del mundo lo hará”, manifestó.
“Pasa la bola”
Mientras un grupo de religiosos animaba a los participantes con dinámicas, los artistas se daban los últimos retoques para hacer su actuación frente a los pequeños.
En el salón se instaló un escenario decorado con decenas de pelotas y carros de cartón, entre ellos una ambulancia, que fueron colocados antes del ingreso de los payasos.
De manera metafórica se abrió el telón y apareció uno de los payasos, que interpretó los problemas sociales y económicos por los que pasaba un niño que no asistía a la iglesia. Su mundo estaba consumido por una depresión que lo llevó al camino de las drogas y el alcoholismo.
1,500 juguetes repartieron entre los tres mil niños.
Conforme se desarrolló el espectáculo, se mostraron los tropiezos que el menor tenía. Se cerró y se abrió de nuevo el telón y el mundo del pequeño dio un giro radical. En esa escena apareció otro payaso, quien interpretó a las personas que por medio de sus valores orientaron al niño para que buscara la palabra de Dios y viviera su mensaje de amor y fe, pero sobre todo los valores como el respeto, la responsabilidad, la verdad y la honestidad.
“El principal papel de uno de los payasos es que con un toque de arte interpretó la tristeza que absorbe a los niños por diferentes causas, mientras que otro actor lo ayudó a salir de ese mundo obscuro y depresivo”, explicó Funes, mientras mostraba el diseño de su playera amarilla, la cual estaba rodeada de pelotas de colores, que significan la responsabilidad de “pasar la bola”; es decir, de compartir el mensaje a los integrantes de una familia y de la comunidad —escuela y trabajo, entre otros lugares—.
Colaboradores
Jennifer Quijada, Arly Uz, Bexy Duarte, Glenda Quijada, Milca Hernández, Érick Montiño, David Hernández —pastor evangélico— y Janory Duarte son los integrantes del grupo lúdico. Se prepararon por seis meses para la presentación.
“Son ocho los actores, pero detrás de todo el evento hay más personas que colaboran para que se desarrolle este espectáculo”, refirió el entrevistado.
Herman Barrios, pastor general del Ministerio Espíritu Santo y Fuego, indicó a Prensa Libre que la drogadicción y delincuencia daña al país, y que se han propuesto trabajar con niños y adolescentes, para alejarlos de ese flagelo.
600 Biblias fueron entregadas en el evento.
Al finalizar la presentación y la convivencia, la agrupación repartió entre los niños juguetes, ropa, comida y biblias. “Durante el año, los miembros de las tres iglesias en los Estados Unidos buscaron donativos como ropa, comida, pero principalmente biblias, para que los niños puedan leer el mensaje, aprender y compartirlo con sus amigos”, relató Funes, quien aseveró que en el evento participaron unos tres mil niños de varias comunidades religiosas del país y que es la segunda ocasión en que el grupo de payasos viene a Guatemala. La primera vez fue en febrero último, cuando llegaron a Santa Rosa de Lima, donde participaron unos 300 niños. El grupo se ha presentado en Argentina, Israel, Guatemala y Estados Unidos.
“Lo que nos motiva a esta causa es la obediencia a Dios, el amor a los niños y la lucha por sus derechos en todo el mundo”, puntualizó.
