Fray Francisco Sequeira, párroco de la iglesia, ubicada en la 1ª avenida 9-14 zona 9 de la capital, dijo que no pareciera ser un robo relacionado con la tradición guatemalteca del Día de la Virgen de Candelaria -cuando devuelven a los niños Dios robados con una recepción-, pues la personas que lo hurta sale corriendo del templo, lo que lo hace parecer un hecho de la delincuencia común.
“Le quedan dos opciones: o lo devuelve con tamales el 2 de Candelaria o se va para el infierno, así de sencillo, porque al templo de Dios no se entra a robar”, dijo Sequeira a los fieles durante una homilía.
El robo ocurrió el 13 de enero último, minutos después de que el sacristán abriera la iglesia para la misa de las 18 horas y, de acuerdo con Sequeira, la persona que roba la imagen es ajena al templo, porque nadie la reconoce en las imágenes que decidieron subir a las redes sociales.
“Nuestra tradición es quitar el nacimiento el 2 de candelaria y comer tamales con la gente que llegue, pero en 6 años que tengo de sestar aquí nunca se habían robado un niño”, refirió.
El religioso dijo que su equipo de abogados trabaja en el tema, porque al tratarse de un robo se pierde la tranquilidad de los feligreses que llegan con mucho esfuerzo a causa de la pandemia de coronavirus, por lo que es necesario contar con más seguridad en el área.
“En estos dorados tiempos cuesta creer que sea por tradición y dada la situación de dificultad económica en medio de la desesperación por sacar algo de dinero. Espero en Dios que quien se lo llevó, sino es por tradición, que haya sido para solventar alguna enfermedad, porque hay quienes roban por deporte”, comentó.
Además, dijo que no es un niño Dios antiguo, “es de yeso”, pero tiene mucho significado religioso.
Llamado
El sacerdote solicita a quien robó el niño que lo devuelva y “no se tomarán medidas en su contra”; además, dice que hay que recordar que el “mandamiento de Dios es no robar”, y que por muy difícil que esté el panorama “el robo no es respuesta a una situación de gravedad”.