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Cinco hermanos no existían legalmente
La falta de dinero y de información hicieron que Elvia del Cid Bardales no pudiera inscribir en el Registro Civil y el Registro Nacional de las Personas (Renap) el nacimiento de sus cinco hijos.
Jaqueline, de 17 años; Erwin, 15; Willy, 11; Ericka, 8, y Valentina, 5, fueron inscritos en diciembre del 2015 en el Renap con la ayuda de la Asociación Viva.
La familia reside en la aldea Chichimecas, Villa Canales. Del Cid cuenta que sus hijos nacieron con la ayuda de una comadrona a quien por falta de dinero no le podía pagar sus servicios, que hizo que no le entregara la constancia del nacimiento de ninguno de sus hijos.
Solo los dos mayores iban a la escuela como oyentes, lo que hizo que se atrasaran, pero este año ya estudian de manera formal.
Erwin narró que no tener un registro o una identidad le afectaba, pues sus amigos le cambiaban el nombre a Edwin o Ervin, y que desde que cuenta con sus documentos ya lo llaman con su nombre verdadero.
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Madre desapareció sin inscribirlos
En Ciudad Peronia, zona 8 de Villa Nueva, residen dos hermanitos: Antonio y Cristian, de 7 y 4 años de edad.
Viven con Mercedes Morán, su abuela materna, debido a que su mamá desapareció meses después del nacimiento de Cristian, y sin registrar a los niños.
Morán intentó en varias ocasiones inscribir a sus nietos, pero en el Renap se lo negaron debido a que no contaba con los documentos de su hija.
La anciana narró conmovida, que los niños no podían estudiar. Antonio, el mayor, por medio de una negativa de inscripción del Renap, ingresó a preparatoria, pero este año no pudo ser inscrito en primero primaria.
Mientras que con Cristian, la preocupación de doña Mercedes era que cuando se enfermaba no sabía si en el hospital le pedirían el registro del niño.
Doña Mercedes, se contactó con la Asociación Viva, en las oficinas del Renap, y en término de dos semanas los niños quedaron inscritos y con ello una de las preocupaciones que le afectaba se desvaneció.
Más posibilidades esperan a Cristopher
Cristopher es un niño hiperactivo. Con 11 años cursa tercero primaria, vive con sus tíos y abuelos por parte de papá. Quien lo ha criado es Erizelda Álvarez, a quien con cariño le dice Mamá Chela.
El menor vive en la colonia Santa Marta, zona 5 de Mixco; él no esta inscrito en el Renap, debido a la muerte de sus padres. Su papá murió por la violencia y luego su madre falleció por la enfermedad Lupus.
No estar inscrito le restaba oportunidades a Cristopher, ya que estuvo en la escuela como oyente, aunque al momento de quedar registrado en el Renap, le valió dos de los tres años que había estudiado.
El menor es un apasionado por los juegos. A veces despierta extrañando a sus padres. A su madre, quien era de origen salvadoreño, sus familiares se la llevaron a su país, en donde falleció.
Álvarez está agradecida con Dios por la oportunidad de criar a Cristopher, ya que ahora tendrá una mejor proyección en la vida.
La Asociación Viva apoyó a esta familia para lograr la inscripción del pequeño.