“Ministerio y comité de Finanzas, no más transas”, “La música es sinónimo de libertad”, “Nuestros hijos tienen derecho a la educación musical”, y “Director Hugo Arenas, renuncie por dignidad… a usted no le interesa el arte”, son mensajes desplegados en varios carteles.
Entre otras demandas figura la dotación de más recursos para el Conservatorio y el fortalecimiento del plan de fin de semana.
En febrero último, las autoridades de Cultura y Deportes tuvieron que acudir al Congreso para responder acerca de la transferencia de Q3.1 millones al Conservatorio Nacional de Música en 2015.
El compromiso fue cancelar deudas pendientes, arreglar el sanitario y auditorio de dicho centro.
En marzo, el presidente Jimmy Morales entregó un donativo personal por Q8 mil 300 para la reparación de 110 butacas.
En abril de 2015, un acuerdo gubernativo autorizó la transferencia presupuestaria de Q3.1 millones de la Presidencia al ministerio de Cultura, específicamente al renglón de Servicios de Formación Artística.
Pero ese monto disminuyó mes a mes, al punto que solo se hicieron trabajos por Q636 mil, y el resto se utilizó para pagar la deuda pública.
El Conservatorio Nacional de Música, que en septiembre último cumplió 61 años, alberga, de lunes a domingo, a tres mil personas.