Nadie creería que tiene 81 años. De hecho, a su edad, aún monta bicicleta, juega básquetbol y, además, es apasionada de la tecnología, según cuentan sus nietos.
Lo que hizo este domingo demuestra que tiene nervios de acero, ya que llevó su vida al extremo al lanzarse con un parapente por el Lago de Atitlán. “Confío en el de arriba porque siempre me ha guardado”, fueron sus palabras. Un grito de adrenalina marcó su despegue.
La hazaña, que fue tomada por sus nietos con sus teléfonos móviles, fue bautizada por la misma doña Alicia como “Una cita en el cielo”.
Luego de descender, entre aplausos y gritos de euforia de sus parientes, la intrépida exclamó con su rostro sonriente: “¡Gracias, Dios.. Sigo siendo la mujer más feliz del mundo”.
“Bendita seas mamá, eres incomparable”, fue el mensaje que le dedicó su hijo Karl Yván Arévalo.