Las partidas presupuestarias que fueron más afectadas son: elaboración de medidas de adaptación y mitigación al cambio climático a la cual se le restó espacio por Q66.8 millones; mecanismos de conservación y protección del recurso hídrico, Q3.1 millones; capacitación socio ambiental, Q1.3 millones; y sensibilización y concientización ambiental, Q1.1 millones.
La modificación de estos espacios presupuestarios, que al final repercuten en que la entidad a la que se los restan no pueda ejecutar esos recursos, no hace sentido cuando desde el oficialismo se impulsa una legislación cuyo objetivo es dejar bajo la coordinación del Marn las funciones de siete instituciones, propuesta que es acuerpada por el actual ministro de Ambiente Mario Rojas.
El Marn informó que la reducción de su presupuesto obedece a que Q50 millones se utilizarán para el Fondo Nacional de Cambio Climático, cuya creación se oficializó en mayo pasado con la publicación del acuerdo gubernativo, pero que, a la fecha —a menos de cuatro meses de que termine el año—, todavía no se ha creado la unidad ejecutora.
No está claro por qué se le restan recursos al Marn para la creación de este fondo cuando la misma institución estará a cargo de su ejecución. La oficina de Comunicación de esta cartera no respondió las preguntas al respecto.
Cierre de vertedero
Dentro de las modificaciones, informó el Marn, también se incluye un traslado de Q24 millones destinados a la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del lago de Amatitlán (Amsa) que se utilizarán “para el apoyo al cierre técnico del relleno sanitario” que se encuentra en el kilómetro 22 de la ruta al Pacífico.
La administración de este vertedero está a cargo de Amsa y el cierre se anunció a inicios del año pasado luego de un incendio de gran magnitud, provocado por el mal manejo de los desechos, que tardó semanas y causó serios problemas de contaminación en el aire.
En abril pasado el director de Amsa, Edgar Zamora, anunció que se instalaría una planta separadora de desechos sólidos justo por Q24 millones; sin embargo, Amsa tampoco respondió a la consulta de cómo avanza este proyecto, así como el cierre del vertedero.
El Marn informó que para recuperar “algunos” espacios presupuestarios que fueron cedidos se autorizó una ampliación por Q9.5 millones.
Algunas partidas presupuestarias de la institución fueron beneficiadas con el aumento de recursos. Estas son: dirección y coordinación, Q1.4 millones; planificación y programación, Q1.8 millones; administración, Q5.2 millones, emisión de licencias resoluciones e informes ambientales, Q3.6 millones; y asesoría y control en la gestión de residuos y desechos sólidos con Q1 millón 14 mil.
Poco interés
Ambientalistas consultados coinciden en que el manejo de un presupuesto refleja la priorización que un gobierno da al medio ambiente y los recursos naturales.
El especialista ambiental del Centro de Estudios Nacionales Agropecuarios y Forestales, Marlon Romero, subrayó que quitarle recursos al ministerio “más débil” es una muestra clara de la poca importancia que se tiene por el medioambiente y los recursos naturales, que a su vez garantizan el bienestar y la calidad de vida de los guatemaltecos.
Romero considera que existe una política enfocada a eliminar regulaciones y controles para el resguardo ambiental “con tal de facilitar su depredación y uso irracional”. Asimismo, señala que esto refleja un irrespeto por las leyes nacionales y compromisos internacionales adquiridos por el Estado de Guatemala en materia ambiental.
“El medioambiente no ha sido prioridad para los gobiernos de turno, aun sabiendo que nuestra economía y bienestar tiene una fuerte vinculación con los recursos naturales, permiten su contaminación y degradación”, remarcó.
Por su parte, Jorge Cabrera, ambientalista y primer coordinador de la Comisión Nacional del Medioambiente, expuso que con el pasar de los años los partidos políticos vieron en el Marn “una oportunidad para colocar a su gente con lo cual se fue perdiendo la mística y calidad de los funcionarios”.
Remarcó que los recortes presupuestarios reflejan el poco interés de las autoridades por el medioambiente y remarcó que “los intereses van por otro camino” como colocar en puestos de decisión a allegados políticos, en detrimento de los recursos naturales.
Cabrera considera que la población sí tiene conciencia acerca de la importancia de proteger los recursos naturales, pero no sucede lo mismo a nivel gubernamental donde “no se valoran los recursos, que son importantes para el presente y el futuro”.
Ley es muestra de desatención
Los ambientalistas coincidieron en que una muestra del poco interés y falta de seriedad con que las autoridades abordan el tema ambiental es la propuesta de ley para convertir al Marn en un “superministerio” con funciones y recursos que hoy tiene siete instituciones.
“Nuestros gobiernos nunca han priorizado el tema ambiental lo cual es ilógico, porque nuestros recursos naturales son nuestro mayor tesoro”, expuso Vida Amor de Paz, ambientalista y columnista de prensa.
Dijo que en países como Paraguay antes de que un presupuesto general sea aprobado debe ser avalado por la autoridad ambiental, pero el problema en Guatemala es que los que respaldan dicha propuesta “quieren ponerle atribuciones que no le competen al ministerio”.
Para el diputado Luis Fernando Pineda, miembro de la Comisión de Ambiente del Congreso, “llama poderosamente la atención” que justo cuando el oficialismo promueve una agenda de leyes, en teoría para fortalecer el medioambiente y el cambio climático, pero que para él son “regresivas”, le quiten recursos al Marn.
“El medioambiente no ha sido prioridad para este Gobierno”, señaló el legislador, quien cuestionó qué se ha hecho, por ejemplo, para sanear los ríos, entre ellos el Motagua que sigue arrastrando miles de toneladas de basura a las playas de Guatemala y Honduras sin que se implementen soluciones serias.
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