La agresora, a quien identifican solo como Brenda, de 13 años, debe recibir 18 meses de terapia psicológica y efectuar seis meses de servicio comunitario en un centro asistencial especializado en niños, para incentivar su sensibilidad al dolor ajeno, algo que la menor no tiene, según dictamen pericial.
Además, la madre de la agresora debe pagar Q27 mil 800 en reparación económica a Natalie Co, la víctima, por daños físicos y psicológicos.
Según Irma Co, madre de la víctima, su hija empezó a quejarse de que no la dejaban entrar en el sanitario, a no ser que se humillara ante sus compañeras, quienes le propinaban bofetadas y la escupían en el rostro, entre otras agresiones.
El extremo del maltrato fue el 27 de abril último, cuando, según Natalie Co, la empujaron contra la pared, lo que causó que perdiera dos dientes, se le desviara el tabique nasal y se le inflamara el tímpano derecho.
La reparación económica debe ser efectuada en 55 meses, ya que la madre de la sancionada debe depositar en el Organismo Judicial Q500 mensuales, hasta sumar los Q27 mil 800.
Es un precedente
Claudia Palencia, de la Fundación Sobrevivientes, quien actuó como querellante en el proceso, asegura que es una sentencia única, pues la reparación económica es la primera sanción que se da por maltrato a menores de edad.
“Este es un proceso por bullying”, afirma la madre de la víctima, quien hizo todo lo posible por llevar el caso hasta otras instancias cuando en el establecimiento no se tomaron medidas.
Durante el juicio, la directora, el portero y cinco maestras, así como siete niñas declararon que la víctima se había caído; sin embargo, la directora aceptó que sí había agresión cuando reconoció su firma en una carta, donde la madre de la víctima le informó de las quejas de su hija, y aseguró que “era algo que ya se había arreglado”.
Además, la madre le pidió que la cambiaran de sección, pero la directora, Vivian Sagastume, dijo que le había consultado a la maestra auxiliar, y la respuesta de esta fue que no era necesario.
Desde el inicio
La madre de la víctima aseguró que eligió el Instituto Víctor Manuel de la Roca, porque le pareció un establecimiento con estudiantes tranquilas.
Sin embargo, la víctima aseguró que las agresiones empezaron desde el primer día, cuando un maestro les pidió que se presentaran y dijeran de qué establecimiento venían, y ella dijo que de un colegio, con lo cual empezaron las agresiones.
Natalie Co debió dejar el plantel, mientras que su madre perdió uno de los dos trabajos que tenía. Ella sola debe sostener a sus tres hijas, ya que es madre soltera.
Ahora buscan procesar a la directora por omitir la queja de agresión, que llegó a lesiones graves.
