Salieron a manifestar a las calles, llegaron al Congreso de la República y este lunes 28 de febrero se reunieron por intervención de la diputada Evelyn Morataya con el ministro de Salud, Francisco Coma, y el viceministro de Hospitales, Jorge Francisco Meneses, sin embargo, la situación sigue igual. La falta de medicamentos continúa y no hay una salida en el corto plazo a la problemática.
El doctor Napoleón Méndez, jefe de emergencia de adultos del centro asistencial, en entrevista con Prensa Libre señala que la demanda del cuerpo médico continuará hasta que se garanticen los recursos suficientes atender a los pacientes.
A 15 días de iniciada la asamblea permanente ¿cómo está la situación en el Hospital General San Juan de Dios?
Sigue crítica, por la falta de insumos. Entendemos que hay cierto flujo de medicamentos, pero nos preocupa que la única forma en que se están adquiriendo es por compras directas, de esta manera no se puede comprar mucho producto. En resumen, sigue la incertidumbre para nosotros y, la escases para los pacientes.
Tenemos certidumbre de lo que pasará en el corto plazo. Vemos con desencanto que no existe un plan profesional de abordaje adecuado a la crisis tan severa que estamos viviendo.
¿Con qué sabor de boca salen de la reunión que sostuvieron con el ministro de Salud y el viceministro de Hospitales, pues no se logró nada concreto?
Puedo resumir que el sentimiento que tenemos es de incertidumbre y nuestra preocupación como médicos sigue, porque no llevamos nada para los pacientes. Ellos necesitan soluciones para hoy y que sean sostenidas en el tiempo, y vemos con preocupación que eso no se avizora.
No sabemos que otra puerta tocar y vemos palpablemente que este es un Sistema de Salud caótico. Como que hubiera una disculpa para todo: ‘así es el sistema, el sistema es difícil, las compras son complicadas’. Entonces, ¿qué le toca al paciente que llega al hospital? Esperarse, complicarse, y decir: ‘bueno vivo en Guatemala y eso me toca’.
Porque mientras el Sistema de Salud siga viendo a los hospitales como de los pobres, para gente que pareciera que no tiene los mismos derechos porque no tiene poder adquisitivo, la salud, entonces, sigue es un privilegio de quien puede pagarla, porque a nivel público vemos que no se consigue.
Si tiene una enfermedad grave, tiene que tener dinero, porque en este momento en el hospital no hay medicamentos. Así que confórmese, ahorre dinero o rece y trate de pasar la enfermedad o sus dolencias lo mejor posible, porque el Ministerio de Salud no le va a resolver el problema.
¿Hay decepción en el cuerpo médico al ver que sus peticiones no son atendidas por las autoridades de Salud?
Salimos con mucho compromiso, con deseo de seguir organizándonos, de proponer soluciones, de seguir fiscalizando como pueblo y como médicos del sistema de salud, y aportando lo máximo para la población. Seguimos atendiendo toda la demanda a pesar de que no tenemos las herramientas suficientes, y haciéndolo con mucho deseo. Vamos a hacer este trabajo de denuncia, este trabajo de rebeldía, porque no estamos de acuerdo en cómo se está tratando a la población, seguimos en resistencia.
La Constitución Política de la República lo dice, existe legalmente una rebeldía, una resistencia de la población cuando sus derechos se ven amenazados o son violados, y este es el momento en que uno de los derechos más inalienables, como lo es la salud, se ve comprometido para la población, por lo tanto, estamos en ley, en esta resistencia. No podemos cruzarnos de brazos y aceptar esa situación caótica que tiene el Ministerio, no lo aceptamos.
Queremos que se active, que se articule el Ejecutivo, el Legislativo, las leyes, que se mueva Guatemala entera para que la población reciba su derecho a la salud. Vamos a dar esa lucha por el pueblo.
¿Continuarán en asamblea permanente?
Totalmente, vamos a tratar de encontrar todas las vías legales y administrativas, las vías de denuncia adentro o afuera del país. Haremos lo imposible porque la voz del paciente que está sin recursos y que no está recibiendo lo que merece se escuche. Que se escuchen esas voces de dolor, y vamos a pelear por la población. Aunque sea con carencias vamos a seguir atendiéndolos y a apuntar para tener un mejor Sistema de Salud.
¿Hasta dónde llegan esas carencias actualmente?
Son carencias de muchos meses, y por eso son críticas y difíciles de solventar. Apuntamos a que sean sostenibles. Son carencias de todo tipo, son deficiencias administrativas, son carencias de insumos, de equipos viejos, de eventos de cotización o de compra que tienen dos a cinco años de estar estancados. Pese a que existe el recurso económico y el Ministerio de Salud tiene presupuesto, por uno o mil motivos no se traduce en que los hospitales tengan lo necesario para atender a la población.
El viceministro de Hospitales indica que han ingresado medicamentos, pero en poca cantidad, ¿es esto suficiente?
No. Aplaudimos cualquier esfuerzo, y eso es lo que queremos, que se articulen, pero queremos soluciones como la magnitud del problema lo amerita. Acá tendría que estar el mismo presidente -Alejandro Giammattei- con la presidenta del Congreso – Shirley Rivera- viendo cómo resolver que una gran cantidad de población en el Hospital San Juan de Dios no está recibiendo la atención como debería.
Vemos el problema como de urgencia nacional, y queremos llamar la atención de todos, porque hay un grave problema de salud, no es nuevo, pero queremos ver ya un sistema renovado.
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¿Cómo toman el que no se les haya presentado una solución al desabastecimiento en el corto plazo?
Es frustrante, pero a la vez es una dosis más de energía para seguir en esta lucha, pues velamos que la población tenga una buena atención. Vamos a seguir agotando todas las vías legales y administrativas que tengamos a la mano, como población guatemalteca y como médicos.
Pedimos a la población que se active también, que tomen esta lucha con nosotros, porque la pela es para el pueblo, para mejorar las condiciones de salud de la población, entonces, también queremos que el protagonista sea el pueblo.
¿Cómo le afecta esta situación al paciente?
Hay pacientes que se ven afectados por un medicamento que no se tiene y no hay opciones, entonces, se le da la receta a la familia para que lo compre. Algunos hacen maniobras para conseguir el recurso y adquirirlo, pero hay otros pacientes que simplemente no tienen el poder adquisitivo y se quedan sin su medicina y sufren las consecuencias, como retrasos de atención.
Un proceso infeccioso que no reciba el antibiótico adecuado lo puede llevar a círculos infecciosos más difíciles y necesita antibióticos más fuertes, y eso trae complicaciones, retrasos, dolor, gastos.
Si no le tratan una infección en el justo momento con los medicamentos adecuados, ese paciente va a tener un cuadro clínico más complejo y saldrá más caro para el sistema, es mejor abordar a tiempo los procesos, es más barato tener los medicamentos a tiempo.
¿Después de tocar varias puertas y no hallar solución, qué más esperar?
Creo que las soluciones tienen que venir directamente del Ejecutivo y del Legislativo, ellos son los expertos en esto, en cuanto a ver cómo se aceleran los procesos administrativos. Pedimos que se haga rápido y que se hagan los gastos con trasparencia, en orden y de forma sostenida en el tiempo.
Vamos a exigir y no vamos a dejar la asamblea hasta que tengamos alguna garantía real de encontrar que se va a garantizar el flujo de medicamentos todo el tiempo, mientras se aseguren los eventos de cotización y licitación a un largo plazo.
¿Cuál será su siguiente paso en busca de este abastecimiento?
Vamos a discutir cuáles son las estrategias, no quisiera hondar en eso, porque son precisamente estrategias que vamos a estar contentos si logramos llevarlas a cabo, acciones que esperamos sean más contundentes y que tengan más efecto, que sacudan al sistema y que nos hagan caso al mostrar la magnitud de este gran problema que tiene la población enfrente.