Explicó que la noche del 30 de mayo hasta la madrugada del 31, la tierra atravesará los rastros de escombros de un cometa fragmentado llamado 73P/Schwassmann-Wachmann, o SW3.
El cometa, que se rompió en grandes fragmentos en 1995, no llegará a este punto de su órbita hasta agosto.
Indicó que si los fragmentos fueran expulsados con velocidades superiores al doble de las velocidades normales, lo suficientemente rápido como para llegar a la tierra, se podrá tener una lluvia de meteoritos.
Las observaciones de Spitzer publicadas en 2009 indican que al menos algunos fragmentos se están moviendo lo suficientemente rápido. “Esta es una de las razones por las que los astrónomos están entusiasmados”, destacó la Nasa.
Si ocurre una lluvia de meteoritos, los tau Herculids se mueven lentamente según los estándares de los meteoritos y serán débiles.
Según la Nasa, los observadores en América del Norte bajo cielos despejados y oscuros tienen la mejor oportunidad de ver una lluvia de tau Herculid.
“No podemos estar seguros de lo que veremos. Sólo podemos esperar que sea espectacular”, añadió la Nasa.
“Este va a ser un evento de todo o nada. Si los escombros de SW3 viajaban a más de 220 millas por hora cuando se separaron del cometa, podríamos ver una buena lluvia de meteoritos. Si los escombros tuvieran velocidades de eyección más lentas, entonces nada llegará a la tierra y no habrá meteoritos de este cometa”, destacó Bill Cooke, quien dirige la Oficina Ambiental de Meteoroides de la NASA en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA en Huntsville, Alabama.
Dónde será visible
Voz de América informó que el fenómeno será visible a ojo descubierto en Norteamérica, Centroamérica y Suramérica y una parte de África Occidental, de acuerdo con National Geographic.
Tras una mayor investigación, los astrónomos se dieron cuenta de que SW3 se había roto en varios pedazos, llenando su propio rastro orbital de escombros y ha continuado fragmentándose aún más desde el 2006.