En Guatemala no deja de ser una asignatura pendiente, lo que se refleja en el bajo desempeño que los graduandos alcanzaron en el 2018 en las pruebas efectuadas por el Ministerio de Educación (Mineduc) y cuyos resultados se dieron a conocer el último miércoles. En los últimos ocho años solo se consiguió un avance de cuatro puntos porcentuales. En el 2018 la mejora fue de 1.84% sobre el período anterior para, apenas, superar el 11% de resultados satisfactorios.
Esto quiere decir que solo uno de cada diez estudiantes logró ubicarse entre los niveles satisfactorios y excelente en Matemática. Mientras que el 88.5% de los evaluados -158 mil 161 graduandos de establecimientos educativos públicos, privados, por cooperativa y municipales- no consiguió un desempeño satisfactorio en la prueba que busca medir las habilidades o destrezas básicas para la vida, siendo estas: definición y cálculos, pensamiento matemático y resolución de problemas.
Cada año, el Mineduc somete a las pruebas a los estudiantes que están por alcanzar un título a nivel medio, es una evaluación censal y obligatoria, aunque no vinculante para la promoción del alumno. También se mide el conocimiento en Lectura.
En el 2018 fueron evaluados 158 mil 161 graduandos cuya edad promedio fue de 19 años, y siete de cada 10 fue formado en un establecimiento privado, además, la mitad de la población que se sometió a la prueba cursó un Bachillerato.
Los guatemaltecos, según lo demuestran las evaluaciones del Mineduc, aún tiene un bajo interés en el manejo de los números. Esto podría fundamentarse en, por ejemplo, que en la Escuela de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de San Carlos (Usac) en el 2016 habían solo seis estudiantes que cursaban la Licenciatura en Matemática, al año siguiente fueron 10 y en el 2018 ya se contaban 31. Este año en la Universidad del Valle hay 25 inscritos.
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Aunque la mayoría de estudiantes de esta ciencia son varones, la brecha de género se abre poco a poco. En la Usac, de los 10 graduados de la Licenciatura, dos son mujeres.
No se puede vivir sin ella
“Aunque a algunos no les guste, no se puede vivir sin Matemática, nuestra vida está rodeada de ella; cuando se va al supermercado, cuando se acude a un banco, en el uso de la tecnología. Si se tuviera una formación matemática, no con miedo sino con enfoque de que nos ayuda a vivir, tendríamos una relación estable y placentera con los números”, indica Marco Flores, estudiante del cuarto año de la Licenciatura en Matemática Aplicada de la Universidad del Valle.
Esta es una ciencia pura y adquiere importancia no solo en el diario vivir de las personas sino también en el desarrollo de un país. A criterio del licenciado William Gutiérrez, jefe del departamento de Matemática de la Escuela de la Usac, “en su momento no se creía importante, pero ingenieros y otros científicos le han encontrado aplicación, más ahora que estamos en una era tecnológica”.
El guatemalteco Luis von Ahn, fundador de la compañía Doulingo y creador de los sistema Captcha y Recaptcha, reconoce que sin la Matemática no se encontraría en el lugar en donde está. “Cualquier persona que quiere comenzar una empresa de tecnología tiene que tener un nivel alto de Matemática”, refiere, cognición que puede sacar a los países del subdesarrollo, pues con un nivel bajo de conocimientos en la materia, es imposible que Guatemala haga aportes tecnológicos al mundo.
Por falta de visión, en Guatemala no se le da la importancia debida a esta ciencia pura, según el ingeniero Rodolfo Samayoa, jefe del departamento de Física de la escuela de la Usac, para quien el estudio de esta conlleva al desarrollo de una mejor ingeniería, para la creación de tecnologías, de mejores empresas e industrias, y “se puede hacer mejor inversión de capital con gente más educada”.
Escasa demanda
Son pocas las personas que se interesan en el estudio de la Matemática, según Samayoa, porque se necesita de preparación y de talento natural. Y quienes encajan en este perfil, muchas veces optan por otras carreras universitarias porque creen que en Guatemala no hay oportunidad laboral. “No estudian porque no hay campo, y al no haber campo el país no se desarrolla. Estamos como en un círculo vicioso”, agrega, pero esto se debe a la poca inversión en la ciencia, pues esta es una inversión a largo plazo.
Por ahora en Guatemala, las opciones de trabajo son pocas: la investigación y la docencia en las universidades, incursionar en Finanzas, Estadística, análisis de riesgo y en la Bolsa de Valores.
Tener habilidades básicas en Matemática es indispensable para estudiar esta ciencia pura en la Universidad. Samayoa menciona que tener conocimientos de álgebra y trigonometría es necesario, pero “el nivel con el que llegan los estudiantes (al salir de diversificado) no es el apropiado”.
Con las deficiencias que muestran las pruebas de graduandos, resulta difícil que los estudiantes logren superar las pruebas de conocimiento básico a las que son sometidos previo a ingresar a la Usac, por ejemplo.
“En la segunda prueba específica (del 2018) tuvimos una solicitud de 60 personas para entrar, y aprobaron el examen seis. Quiere decir que sí hay gente interesada (en estudiar la licenciatura), pero no tienen los suficientes conocimientos para ingresar a la escuela”, señala el catedrático universitario.
El bajas habilidades en la materia también alcanza a quienes están interesados en ingresar a dicha casa de estudios para estudiar otras carreras, pues Matemática es parte de las pruebas específicas a las que son sometidos y de los más de 62 mil aspirantes evaluados en el 2017, el 68.31% no logró un nivel satisfactorio.
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