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Francisca dejó la escuela en tercero primaria, no tuvo opción, y como muchas mujeres de su comunidad comenzó a trabajar en el campo y a cuidar a sus hermanos para ayudar a sus padres. Se enroló en el programa Saqilaj B’e cuando cumplió 19 años. Representantes del proyecto visitaron su comunidad y le brindaron apoyo para que pudiera continuar sus estudios en el marco de un programa acelerado de educación primaria del Mineduc.
De la misma forma, entre 2013 y 2017 el proyecto favoreció la reinserción escolar de más de mil niñas y mujeres indígenas en Huehuetenango y Totonicapán.
Ahora, el programa se ampliará con la construcción de dos centros Malala en las comunidades de Santa María Chiquimula y San Andrés Xecul, Totonicapán. El ministro de Educación, Óscar Hugo López, indicó que estos beneficiarán a 500 niñas.
No obstante, los centros serán más que una escuela, ya que ofrecerán una formación “holística”. “Los centros serán espacios educativos para el intercambio de experiencias y el empoderamiento de las niñas, adolescentes y mujeres”, refirió la Unesco en un comunicado.
Francisca ahora trabaja como cocinera en una cafetería. Su sueño es completar la secundaria y convertirse en chef.