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Maestros y líderes fomentan el amor por la lectura en sus municipios
En la actualidad, 21 localidades han logrado emprender acciones a favor de crear espacios para la lectura y por ello han sido declaradas Amigos de la Lectura.
Al momento son 21 municipios los que han sido declarados Amigos de la Lectura y Santo Domingo Xenacoj, en Sacatepéquez, está en la lista. Acá se promueven actividades para que niños y adultos se acerquen a los libros como un hábito diario. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)
“Esta es la historia de un dragón que no era como los demás dragones. En lugar de echar fuego, echaba agua”, lee con pausas Lesli Johanna García Pérez, maestra de la Escuela Oficial de Párvulos de Santo Domingo Xenacoj. Sentados frente a ella, los estudiantes de preprimaria dejan volar su imaginación con cada frase, con cada imagen que se les presenta en el libro de cuentos.
A diario los niños eligen la narración que escucharán durante la clase, y es una actividad que se suma a muchas que los maestros ponen en marcha para que los niños se enamoren de la lectura desde los primeros años de escolaridad. Acciones como esta contribuyeron a que Santo Domingo Xenacoj, Sacatepéquez, fuera certificado como Municipio Amigo de la Lectura.
“Es un orgullo que tengamos ese título, y como docentes es un reto desarrollar en los alumnos las habilidades y el hábito de leer. Si queremos una educación de calidad, tenemos que hacerlo”, dice Delia Verónica Bacoj Fareto, maestra de preprimaria.
A unas cuadras de la escuela se encuentra Al Café, un lugar donde niños y adultos pueden llegar a leer. Juan Adolfo España es el propietario y mantiene a disposición de los visitantes una serie de libros para que exploren su contenido. También tiene un espacio en la radio comunitaria Nakoj, con el que despierta en los oyentes el amor a las letras.
En el municipio hay exposiciones, concursos de lectura, cuentacuentos y se regalan libros a quienes participen en las actividades. Para involucrar a los adultos, en ocasiones se invita a los ancianos a que narren historias y anécdotas locales. Todo esto llevó a que Santo Domingo Xenacoj fuera certificado como un lugar donde la lectura es valorada, y España, como parte de la Comisión de Educación Municipal, fue uno de los promotores para que la localidad fuera reconocido como tal.
Contracorriente
En Guatemala, pocos habitantes tienen el hábito de la lectura, y los resultados de evaluaciones efectuadas por el Ministerio de Educación (Mineduc) lo demuestran. La prueba a graduandos en 2022 arrojó que el desempeño en lectura de los jóvenes descendió 6.21% respecto del logro alcanzado en 2019. En sexto primaria, el 85% de los niños está por debajo del nivel mínimo en lectura, y en tercero es el 60%, según datos oficiales. Cambiar esa realidad no es sencillo, pero existen iniciativas que buscan despertar el interés por leer entre niños, jóvenes y adultos.
Gabriela Castro de Búrbano, coordinadora de la Gran Campaña y de la Mesa Interinstitucional de Educación, indica que se firmó una carta de entendimiento entre el Mineduc, la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), Empresarios por la Educación y la entidad que representa, como parte de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), para certificar a los municipios amigos de la Lectura.
Los dos objetivos centrales de la estrategia es formar el hábito lector entre los vecinos y la creación de espacios locales para leer, según Olga Solís de Motta, jefa de Nivel Educación Primaria y representante del Mineduc en la Mesa Interinstitucional. Además se persigue motivar, vincular y promover la participación de la comunidad, líderes y actores clave, autoridades municipales y educativas en el proceso. Por ahora, 21 municipios distribuidos en 11 departamentos se han ganado el título, y siete más están por añadirse a la lista.
¿Cómo se logra?
Los municipios deben crear una comisión municipal de promoción de la lectura y diseñar un plan con acciones que motiven a leer, las cuales deben estar dirigidas a los residentes de la localidad, dentro y fuera del ámbito escolar.
Deben organizar las actividades y presentar la evidencia —fotografías, folletos y videos— para que un jurado externo, integrado por seis personas, califique el expediente de manera individual. Cada aspecto recibe una calificación, y la nota mínima para recibir la certificación es de 65 puntos.
Castro de Búrbano señala que hay un proceso de recertificación que se da cada dos años, para que los municipios se mantengan activos con tareas que promuevan el hábito lector.
La primera carta de compromiso para implementar la estrategia Municipios Amigos de la Lectura fue firmada en el 2016 por el Mineduc y las organizaciones involucradas, con validez de cuatro años. En el 2020 el convenio se renovó y finalizará en diciembre próximo. El proceso de renovación para el período 2025-2028 está en marcha.
Ejemplos
Escuintla es uno de los departamentos con más municipios certificados. Masagua, Santa Lucía Cotzumalguapa, Nueva Concepción y Tiquisate están en la lista. Rosmery López González, coordinadora de la Unidad de Formación Docente de la localidad, ha contribuido en ese esfuerzo, pues se encarga de visitar las municipalidades para darles a conocer a los alcaldes la estrategia. Quienes asumen el reto dan su aval para comenzar con el proceso de certificación.
Son varias las actividades que los municipios han puesto en marcha. En Tiquisate, por ejemplo, se organizó el Tren de la Lectura, y en Nueva Concepción, el Barco de la Lectura, que permitieron a niños y adultos acercarse a los libros.
El involucramiento del alcalde es esencial, pues presenta el expediente para que sea evaluado, el cual debe ir acompañado de una carta en la cual se compromete a apoyar las acciones para promover el hábito lector y abrir espacios para la lectura en el municipio. Las actividades se plasman en un plan al que debe adjuntarse la evidencia de que se desarrollaron. Los supervisores del Mineduc apoyan en el proceso.
Una barrera para que la estrategia se extienda en el país es el cambio de autoridades municipales cada cuatro años, pues si los alcaldes son nuevos en el cargo, hay que volver a “enamorarlos” con los beneficios de fomentar la lectura a nivel local.
Pese a esa limitante, actualmente existen siete municipios en proceso de certificación y recertificación. En el primero de los casos están Río Blanco y San Antonio Sacatepéquez, San Marcos; y Santa María Chiquimula, Momostenango y San Andrés Xecul, en Totonicapán.
San Lucas Sacatepéquez y San Bartolo Milpas Altas, en Sacatepéquez, van por la recertificación.
Los inicios
Este modelo de incentivo se creó en 2013 y tenía como propósito desarrollar y validar un modelo a nivel municipal que fuera replicable a nivel nacional para promover la lectura y mejorar el aprendizaje de los estudiantes. Se desarrolló con base a investigación y la experiencia de acciones que se echaron a andar en los municipios para involucrar a líderes comunitarios, actores clave, autoridades municipales y educativas.