Los expertos comprobaron que la contaminación de los ríos ha sido paralela al crecimiento de la población, debido a que los caudales son utilizados como desagües o vertederos de desechos industriales.
Componentes de jabones y detergentes, botellas plásticas y residuos de fertilizantes son los desechos que más se han detectado en los análisis del Insivumeh.
Investigación
Actualmente los investigadores realizan un nuevo estudio, pero aún no se tienen resultados. El análisis más reciente develó que únicamente dos ríos se encontraban limpios de contaminantes, aunque no se pudo determinar si tienen restos de plaguicidas, debido a que no cuentan con equipos ni recursos para esos estudios.
Claudia Cordero, de la Unidad de Hidroquímica del Insivumeh, explicó que los principales focos de contaminación se encuentran en lugares con mayor población, ya que los desagües de las casas desembocan en los ríos y el agua de estos se utiliza para lavar ropa.
“Los ríos están contaminados bacteriológicamente, y no hay plantas de tratamiento de las municipalidades por donde recorren los ríos”, refirió.
La experta añadió: “El riesgo es para la gente, porque utilizan el agua para consumo propio”.
Cordero expuso que, por el contrario, cuando se ha efectuado análisis de los ríos, en áreas poco pobladas, los niveles de contaminación se reducen e incluso desaparecen.
En los ríos Nil, en El Asintal, Retalhuleu, y Meléndrez, en Malacatán, San Marcos, no se ha encontrado contaminación.
“Entre menos población exista, menos será la contaminación. Los ríos Nil y Meléndrez son los que mejor han salido en las pruebas, a pesar de que hay cultivos en su entorno”, refirió la experta.
También mencionó que en algunos casos la contaminación disminuye en la unión de dos ríos.
“Los ríos ya son desagües de la capital y municipios. En invierno se incrementa la contaminación. Al bajar la corriente, todos los desechos que arrastró se quedan abajo”, comentó Cordero.
Explicó que los análisis de los caudales deberían ser una rutina de los ministerios de Salud y Ambiente, debido a que los campesinos utilizan el agua contaminada para regar las cosechas y no se sabe si estas absorben los plaguicidas.
“Es de comprender que no hay recursos económicos. Todos quisiéramos hacer esos análisis, pero nuestros laboratorios no están fortalecidos”, lamentó Cordero.
Según los investigadores de Hidroquímica, en el 2015 se monitoreó las áreas Sur y Suroccidente del país y se descubrió que el río Naranjo, en Coatepeque, Quetzaltenango, fue contaminado principalmente por el basurero local, ya que tiene filtraciones en sus alrededores.
Según las fuentes, en el río Madre Vieja, en Patulul, Escuintla, cada vez que se extraen muestras cerca del pueblo localizan restos de jabón y detergentes, y luego los habitantes consumen el agua.
Irreversible
Eddy Sánchez, director del Insivumeh, enfatizó que el daño que se ha ocasionado en los principales ríos del país es “irreversible”.
Sánchez aseveró que los ríos Las Vacas y Villalobos, ambos al sur de la capital; Selegua, en Huehuetenango; Samalá, entre Totonicapán, Quetzaltenango y Retalhuleu; así como el río Michatoya, en la Costa Sur, también han sido contaminados con desechos.
“La contaminación hídrica es un desastre. La irresponsabilidad ha sido de las municipalidades, porque no tienen plantas de tratamiento de aguas negras”, manifestó.
Añadió: “El río Motagua parece arco iris; todos los días amanece de distintos colores”.
Sánchez consideró que los afluentes que más daño ocasionan son el Villalobos, porque desemboca en el Lago de Amatitlán, y Las Vacas, porque contribuye a la contaminación del río Motagua.
El meteorólogo agregó que el río Villalobos arrastra desechos, principalmente de San Miguel Petapa, Villa Canales y de los asentamientos de Villa Nueva.
Lagos afectados
El director del Insivumeh explicó que los estudios realizados en los lagos de Atitlán, Sololá, y de Güija, en Jutiapa, así como las lagunas de Ayarza, en Santa Rosa, y San Cristóbal Verapaz, en Alta Verapaz, han evidenciado grados de contaminación en algunas áreas.
Personal de la Unidad de Hidroquímica del Insivumeh narró que durante una inspección que hicieron en la laguna de Lemoa, Quiché, fueron retenidos por los pobladores y no se les permitió continuar con los estudios para determinar si el agua era nociva para la salud.
Recientemente, el país está en discusiones con el alcalde de Omoa, Honduras, por la contaminación de sus playas por el río Motagua.
“Se necesitan Q600 millones”
Edwin Escobar, alcalde de Villa Nueva y presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades de la República de Guatemala (Anam) y de la Mancomunidad del Sur, indicó que ya cuentan con un proyecto para instalar al menos 12 plantas de tratamiento en seis municipios.
2 de 15 ríos evaluados no están contaminados, según el Insivumeh.
18 cauces importantes desembocan en la Costa Sur.
10 afluentes desembocan en el océano Atlántico, según el Iarna.
10 ríos de Guatemala desembocan en el Golfo de México.
Escobar precisó que Q200 millones se destinarían a plantas de tratamiento y Q4 millones para un nuevo proyecto de alcantarillado.
El jefe edil explicó que el problema ha sido la obtención de recursos, debido a que el sistema bancario hasta ahora les ha cerrado las puertas.
“Por el sismo político, los bancos están asustados y no quieren hacer operaciones con el sector público”, refirió.
Escobar expuso que, de concretarse el proyecto, los vecinos pagarían Q20 al mes para cubrir la inversión y para mantener el proyecto a flote.
En cuanto a las industrias, los montos serían diferentes.
“Es irresponsabilidad de todos”
Ernesto Monzón, director de Cuencas y Programas Estratégicos del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, indicó que no hay un sector específico responsable de la contaminación de los ríos.
“Son 17 millones de guatemaltecos los que contaminan, porque cada uno de nosotros contribuimos con nuestras malas costumbres arraigadas. La contaminación no está focalizada en un sector, ha sido una irresponsabilidad de todos”, precisó.
Agregó que los botaderos de basura no autorizados, con las lluvias, se convierten en una fuente de contaminación debido a que los desechos desembocan en cuencas como el Lago de Atitlán, donde no hay salida hacia el mar.
El funcionario enfatizó que esa dependencia no cuenta con presupuesto ni laboratorio para analizar el agua.
Explicó que para este año se estipula que las municipalidades, con base en el acuerdo 110-2016, preparen un estudio técnico y propongan proyectos para tratar las aguas con desechos.
Afluentes Afectados
En el país, la mayoría de ríos está contaminada por la población y la industria.
- Guatemala cuenta con 38 ríos principales, según un estudio del Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (Iarna).
- Expertos del Insivumeh efectuaron un análisis en 15 ríos, de los cuales 13 estaban contaminados.
- El río Achiguate pasa por Escuintla y Sacatepéquez.
- El río Cenizas, en Escuintla.
- El río Coyolate tiene 155 km de longitud, ubicado entre Chimaltenango, Sacatepéquez y Escuintla.
- El río Madre Vieja entre Suchitepéquez y Escuintla.
- El río Nahualate, con 130 kilómetros de longitud, está localizado entre Suchitepéquez, Sololá y Escuintla.
- El río Cutzán, en Suchitepéquez.
- El río Nil, en El Asintal, Retalhuleu.
- El río Naranjo, entre San Marcos, Quetzaltenango y Retalhuleu.
- El río Nahuatán, ubicado en San Marcos.
- El río Meléndrez recorre Malacatán, San Marcos.
- El río Cabuz, en San Marcos.
- El río Motagua recorre Guatemala, su tramo final abarca la frontera con Honduras.
- El río San José, en Chiquimula.
- El río Grande, Zacapa, con 87 kilómetros de longitud.
- El río Camotán, Chiquimula, tiene 419 metros de longitud.