¿Pero cuántos guatemaltecos están dentro de ese sector de la población y consecuentemente en mayor riesgo?
El Ministerio de Salud reporta que el año pasado se detectaron 189 mil 94 casos de hipertensión, 137 mil 913 de distintos tipos de diabetes y siete mil 660 pacientes con algún padecimiento del corazón. Es decir, casi 335 mil personas se encuentran dentro del grupo más vulnerable al coronavirus.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) quienes padecen de estas afecciones médicas preexistentes podrían desarrollar “casos más graves de covid-19 con más frecuencia que otras personas”.
La vulnerabilidad de los pacientes aumenta si es mayor de 60 años. En Guatemala, de acuerdo con los datos del Censo Nacional de Población y Vivienda 2018, hay más de 837 mil personas que tienen más de 65 años.
Además, otra condición que hace más peligrosa la enfermedad es la obesidad, aspecto en el que los guatemaltecos no tienen mucho que presumir.
Un informe del Ministerio de Salud del año pasado detallaba que el 55 por ciento las mujeres y el 19% de los hombres, mayores de 20 años, tienen sobrepeso, mientras que el 5% de estos y el 19% de aquellas padecen obesidad, mal que está íntimamente ligado con la hipertensión y la diabetes.
El informe advierte, y cita las perspectivas de la OMS, que para este año Guatemala se convertiría en uno de los seis países de Latinoamérica con mayor obesidad.
Rafael Espada, médico cardiólogo
Letalidad
Como ejemplo de la peligrosidad de estas condiciones médicas, en Luisiana, estado de EE. UU. que registra uno de los niveles más altos de obesidad de ese país, la tasa de letalidad de covid-19 ha sido casi el doble que la de Nueva York, citan reportes de prensa.
En México, el medio británico BBC publicó datos de la Secretaría de Salud, según los cuales el 42% de los fallecidos por covid-19 hasta el 5 de abril, eran hipertensos, 38.3% diabéticos y 35.11% obesos. Una persona, claro está, podría tener uno, dos o los tres padecimientos.
Afecciones pulmonares
Aunque la OMS no incluye aún a las personas con afecciones pulmonares dentro de los grupos en mayor riesgo, médicos considera que también son personas vulnerables. Guatemala registró el año pasado 49 mil 421 casos de asma y siete mil 298 de enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.
Estas segundas pueden explicarse por el uso considerable que aún hacen los guatemaltecos de la leña como combustible para cocinar. El Censo Nacional de Población y Vivienda 2018, reveló que esta práctica se lleva a cabo en más de la mitad de los hogares guatemaltecos, nada menos que un millón 782 mil 861, el 54.42%.
Un número creciente de publicaciones médico-científicas relaciona al uso de la leña al riesgo de padecer enfermedades como infecciones respiratorias agudas, bronquitis, asma, tuberculosis y cáncer de pulmón, señala el sitio en internet Archivos de Bronconeumología.
Vulnerabilidad
El médico cardiólogo Rafael Espada precisó que una persona que padece alguna de estas enfermedades preexistentes puede ser más vulnerable ante el covid-19, y tiene mayor posibilidad de morir si llega a infectarse, por la debilidad de su sistema inmunológico.
“El virus al entrar al cuerpo y produce una reacción inflamatoria exageradísima y no hay medicina que pueda pararla, esta afecta el corazón, pulmón, hígado y todo. Y la gente que debido a una enfermedad -preexistente- tiene debilidad inmunológica, esa reacción es severa y es la que más rápido se muere”, explicó.
Espada detalló que no solo las personas con diabetes, hipertensión o enfermedades del corazón o pulmonares están en el grupo más vulnerable, sino -insistió- todos los inmunológicamente débiles, que puede incluir pacientes con cáncer o artritis o afecciones inflamatorias para las cuales deben tomar medicamentos que afectan su sistema de defensas.
Para el paciente con anomalías cardiacas, la falla puede presentarse no solo en el corazón, sino en riñones, hígado u otro órgano y eso lo pone en “un cuadro de mucha debilidad y vulnerabilidad que limita su reacción de defensa”, precisó Espada.
No obstante, el médico detalló que los científicos en el mundo aún investigan la razón por la cual a unas personas afecta y a otras no, por lo cual deberán hacerse muchos estudios más.
“Sabemos poco de este virus, solo que es muy agresivo, por el momento se necesitan más estudios y exponernos menos para evitar que los más vulnerables sean afectados”, concluyó”.
Estrategias
La doctora Zulma Calderón, defensora de la Salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos, precisó que el Estado debe implementar estrategias dirigidas a las personas más vulnerables para evitar que contraigan la enfermedad o que sepan cómo responder en caso resultaran infectados.
“Mientras más consciente este la persona del autocuidado y los servicios de salud estén fortalecidos se pueden tener resultados óptimos para garantizarle el derecho humano a la salud”, comentó Calderón.
Lamentó que las autoridades han hecho un manejo reactivo de la pandemia y no preventivo, razón por la cual los grupos más vulnerables ahora están más expuestos.
Calderón recalcó que a pesar de que el país atraviesa por una emergencia sanitaria, la atención a los pacientes con enfermedades crónicas no debe descuidarse.