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Localizado en noroeste de Huehuetenango, el municipio se encuentra cerca de la frontera mexicana, y esa proximidad resulta ser una de las causas del brote, pues el vecino país reportaba hasta el 4 de junio un incremento de casos del 250%, según reportes de prensa.
Según el médico Manuel Sagastume, jefe del Departamento de Epidemiología, una de las hipótesis que se maneja es que los jacaltecos viajan constantemente a México -donde los casos de dengue se han triplicado- por comercio y trabajo, y es allí donde han adquirido la enfermedad, y al regresar a su comunidad la contagian.
El alcalde de Jacaltenango, Juan Antonio Camposeco, no descarta esta posibilidad. Pues pobladores que fueron a trabajar en corte de café, mandarina o melón a Chiapas, México, regresaron enfermos.
Camposeco confirmó el brote de dengue en el municipio y dijo que la cantidad de pacientes puede, incluso, ser superior a lo que reporta el Ministerio de Salud, ya que muchas personas no acuden a los servicios públicos de Salud, por lo que estos casos no se encuentran en la base de datos de la cartera.
“En una dependencia de la Municipalidad donde trabajan 10 personas, ocho se enfermaron. Ellos buscaron asistencia médica en clínicas privadas, así como ellos, muchos no están reportados”, dijo el jefe edil.
El repunte de casos en Jacaltenango se presentó dos semanas atrás y personal de la clínica municipal debió viajar al lugar para contener el brote, el cual por ahora está controlado, aunque el panorama puede cambiar porque muchos jacaltecos aún se encuentran en México.
“La tendencia es a la disminución, pero habrá que esperar unas cuatro semanas para estar relativamente tranquilos y que el brote esté controlado”, dijo Sagastume.
Personal de Salud del municipio, que pidió no ser citado, dijo que el brote de dengue surgió en abril, desde entonces se realizan jornadas de deschatarrización, destrucción de criaderos, capacitaciones a padres de familia, se ha brindado asistencia médica y se nebulizaron a los pacientes con mayor vulnerabilidad.
Más casos
Cada cierto tiempo se registran repuntes graves de dengue, y desde el 2014 -cerró con 18 mil casos- no se había presentado un brote alarmante como el que ahora se registra, no solo en Guatemala sino también en otros países de América Latina.
“Este evento tiene un comportamiento cíclico que ha sido determinado desde hace años, cada tres o cinco años se puede dar un año epidémico o un incremento” de personas contagiadas, dijo Sagastume
Según el médico, hasta el 1 de junio ya se reportaban 4 mil 640 casos en todo el país, mientras que el año pasado a esa fecha se contaban mil 473. De seguir esa tendencia al finalizar el año se podría llegar a los 9 mil.
Personas fallecidas a causa de la enfermedad van 12, y están bajo investigación epidemiológica 16 pacientes graves.
Huehuetenango es uno de los departamentos con más reportes de casos, y son las comunidades de San Andrés Huista, San Marcos Huista y la cabecera de Jacaltenango las más afectadas.
Además hay personas contagiadas en Quetzaltenango, Retalhuleu, Suchitepéquez, Izabal, Petén, Escuintla, El Progreso, Zacapa y Chiquimula.
Focos de zancudos
El aumento de casos también está asociado con la necesidad de las poblaciones de almacenar en recipientes agua para consumo, que se convierten en criaderos del mosquito Aedes aegypti, que es el responsable del transportar el virus.
Según jefe del departamento de Epidemiología, las pilas y toneles son los mayores focos de reproducción del zancudo. Estos recipientes representan el 75% de los lugares donde nacen los vectores.
La hembra del mosquito deposita sus huevos en las paredes de los recipientes, a nivel del agua, y la humedad los ayuda a madurar. Allí comienza su ciclo acuático, como larvas que al paso de los días se transforman para poder volar.
Sagastume menciona que parte del trabajo que realiza la cartera para controlar la proliferación del vector es visitar los hogares y entregar a las familias larvicida para que lo coloquen en los recipientes donde almacenan el agua y mate la larva del mosquito. Este tiene efecto de un mes y es inocuo par el ser humano.
“Desafortunadamente en muchas comunidades aceptan en principio que el personal de vectores llegue y deposite una bolsita con el larvicida dentro del agua, pero cuando se dan la vuelta, la gente por desconfianza extrae el larvicida y la consecuencia es que después hay que llegar a fumigar para matar el zancudo adulto, lo cual es más difícil y costoso”, señaló Sagastume.
La acumulación de agua de lluvia en llantas y otros objetos también representan un riesgo, pues el mosquito puede depositar allí sus huevos.
El médico señala que las familias deben manejar el autocuidado a su salud y lavar sus recipientes útiles (pilas y toneles) una vez a la semana.
“Mientras que las municipalidades no abastezcan de agua a las comunidades de manera regular y segura, el problema (el contagio del dengue) va a continuar, y tendremos que seguir lidiando con que haya casos y salir a controlar el vector”, agregó el jefe del departamento de Epidemiología.
- Síntomas de la enfermedad
Fiebre mayor de 40 grados centígrados
Dolor de cabeza intenso
Dolor detrás de los globos oculares
Náusea y vómito
Dolor muscular y en las articulaciones
Inflamación de ganglios linfáticos
Sarpullido
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