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Incendios revelan vulnerabilidad de Guatemala ante cambio climático
Los incendios forestales que arrasan zonas selváticas y áreas protegidas de Guatemala ponen de manifiesto la vulnerabilidad del país centroamericano frente al cambio climático, según advirtió la organización no gubernamental Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación (Fundaeco).
Una seis mil hectáreas de bosques han sido arrasadas por los 516 incendios forestales en el país. (Foto Prensa Libre: cortesía Conred)
“Tenemos que ver qué se hace, porque el país carece de recursos para enfrentar este tipo de siniestros, a sabiendas de que Guatemala está en la lista de los cinco países de América más vulnerables al cambio climático”, dijo César Marcial Barrios, de Fundaeco.
Barrios citó un reciente estudio de la Iniciativa de Adaptación Global de la Universidad de Notre Dame, Estados Unidos, que coloca al país centroamericano en el quinto puesto de las naciones más vulnerables al cambio climático en el continente americano, antecedido por Haití (1), Guyana (2), Bolivia (3) y Honduras (4).
El Gobierno de Guatemala decretó el miércoles el estado de calamidad pública, con el fin de agilizar procesos de compra y contrataciones, especialmente para reparar helicópteros que servirían en la emergencia, incluyendo la evacuación de pobladores en situación de riesgo.
Ante los incendios, Guatemala debió pedir apoyo a Honduras y México, que prestaron helicópteros equipados.
El estado de calamidad derivó en un choque de posturas políticas por la resistencia de bloques legislativos a ratificarlo, por considerar que sería como “dar un cheque en blanco” al Ejecutivo.
El Congreso Nacional postergó para este viernes la sesión plenaria en la que tendrá que resolver el tema.
En tanto, las autoridades informaron que se registran en el país unos 516 focos de incendio que ya consumieron unas seis mil 69 hectáreas.
Los siniestros más sensibles ocurren en áreas protegidas del selvático departamento de Petén, fronterizo con México, especialmente en el parque nacional La Laguna del Tigre, uno de los núcleos de la Reserva de la Biósfera Maya, compuesto por 289 mli 912 hectáreas, de las que unas dos mil ya fueron consumidas por las llamas.
“El cambio climático se está agravando y no estamos preparados para hacerle frente”, advirtió Barrios. Estimó que la pérdida de bosques “en lugar de incrementarlos para mitigar los efectos del cambio climático”-, aumentará la vulnerabilidad ante los desastres naturales.
Según el ambientalista, hay una “combinación” de causas de los incendios, aunque estimó que “la mayoría son provocados”.
De acuerdo con las autoridades, muchos de los incendios en áreas protegidas fueron provocados por pobladores que viven en comunidades que se han establecido sin título de propiedad y que buscan extender sus áreas de cultivo o simplemente oponerse a su desalojo.
El ministro guatemalteco de Gobernación, Francisco Rivas, dijo hace unos días que aunque los tribunales ya emitieron órdenes de desalojo contra estas comunidades que invaden áreas protegidas, las fuerzas de seguridad no las ejecutan porque “se privilegia una mesa de diálogo” instruida por la Presidencia.
Barrios señaló que estos actos también deben ser “atacados de otra forma: agravando el delito y la pena” para que sobre los responsables “caiga todo el peso de la ley”.
También, propuso permanentes campañas educativas para “enseñar a la población a tener cuidado” porque -recordó- “una simple botella de vidrio puede tener un efecto de lupa en un ambiente de mucho calor y crear siniestros”.