Este espacio cuenta con una sala de espera, un centro de monitoreo y un cuarto con una cama para que el paciente descanse, y a la par, el monitor al que va conectado un dispositivo de presión positiva continua en las vías aéreas llamado CPAP, que envía la información al técnico que supervisa el sueño de la persona, especialmente de quienes tienen apnea -cuando se respira por pausas-.
El espacio tiene todas las comodidades de una habitación, hay aire acondicionado y tiene una cámara infrarroja para que el profesional pueda ver cómo duerme el paciente.
La persona llegará a dormir a la clínica, pues el estudio dura toda la noche. Serán los neumólogos quienes, después de una revisión médica, determinen si el paciente necesita ser evaluado en este espacio.
Por ahora solo se puede efectuar una evaluación al día, y se espera que con el tiempo se puedan hacer más.
Contreras refirió que este estudio es gratuito, pues es parte de los servicios que presta el Hospital Roosevelt. En una clínica privada tiene un precio que oscila entre Q3 mil y Q4 mil.
La inversión del equipo para crear este espacio, se informó en conferencia de prensa, fue de Q500 mil, que salió del presupuesto del nosocomio, mientras que el acondicionamiento del espacio corrió por cuenta de una empresa privada que dio su apoyo.
Esta clínica permitirá obtener información acerca de la prevalencia de los trastornos del sueño en el país, mencionó el profesional.
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