“Esta Navidad, las familias guatemaltecas podrán adquirir árboles, coronas y guirnaldas de pinabete legal con marchamo del Inab/Conap. El pinabete, es un árbol reconocido por su delicioso aroma, único en el mundo”, expresó el ingeniero Mártir Vásquez, subgerente del Inab.
Agregó que para la temporada navideña 2021 se proyecta una producción de 60 mil productos y subproductos de pinabete, entre árboles, coronas y guirnaldas, los cuales podrán ser adquiridos en las ferias del pinabete.
Estas ferias inician este viernes 19 de noviembre en el Mercado de Artesanías La Aurora, en la 6 calle, 10-95 zona 13, en 18 centros comerciales y en diferentes puntos estratégicos, así como en otras ciudades del país.
La dinámica económica y social del comercio lícito de pinabete ha originado nuevas alternativas de uso de esta especie, como diversificar la producción de artículos como coronas y guirnaldas que provienen de las ramas de podas y raleos de las mismas plantaciones, así como la producción de árboles navideños en macetas, lo que representa nuevas fuentes de ingresos para los productores, según los impulsores.
“El Inab ha apoyado en el establecimiento de plantaciones de pinabete en los departamentos de Guatemala, Chimaltenango, Quetzaltenango, Totonicapán, Huehuetenango, Sololá, San Marcos, Quiché y Jalapa, donde hay un total de 349.74 hectáreas de pinabete, que equivalen a 945 proyectos, además se han instaurado 30 viveros que están inscritos en el Registro Nacional Forestal”, resaltó Vásquez.
El pinabete se conserva a través de un manejo sostenible al establecerse plantaciones autorizadas. Debido a que el pinabete (Abies guatemalensis Rehder o pinabete guatemalteco) tiene como característica el ser un árbol que rebrota, de un mismo árbol se asegura la existencia de más árboles.
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La producción y comercialización lícita generan múltiples beneficios ambientales y sociales, ya que un aproximado de 1 mil 600 familias se ven beneficiadas directa o indirectamente con la creación de fuentes de empleo, según el Inab.
Así también se incentiva que áreas desprovistas de bosque se recuperen con el establecimiento de nuevas plantaciones, como consecuencia, se conservan las áreas de bosque natural existentes.
Fernando Palomo, subsecretario del Conap, indicó a La Red que los árboles del país proveen beneficios ecosistémicos a la población y el pinabete no es la excepción, ya que es atractivo para el turismo por el paisaje que ofrece.
También tiene el beneficio de la regulación del ciclo hidrológico y de la erosión; además puede ser comercializado de forma legal.
Palomo resaltó que el objetivo es comercializar productos legales provenientes de plantaciones forestales lícitas. Explicó que el marchamo blanco es para los árboles completos y el marchamo blanco con color negro es para guirnaldas u otros subproductos.
Mártir Vázquez, subgerente del Inab, informó que coordinan con otras instituciones para mermar el tráfico ilegal del pinabete.
Dijo que esta especie es emblemática para los guatemaltecos, por lo que se promueve el uso responsable de este árbol. Por medio de los incentivos forestales han apoyado en la recuperación de al menos 25 mil hectáreas de pinabete.
Añadió que los árboles con marchamo garantizan al comprador que este viene de una plantación legal.
Puntos de venta
Aroma de temporada
Carlos Escobar, poblador de El Edén, Palestina de Los Altos, Quetzaltenango, quien se dedica a la producción de pinabete desde 1964, dijo que son más de 450 las personas que se dedican a esta tarea.
Dijo que el motivo de dedicarse a ello es que le preocupó que la especie estaba en peligro de extinción. Expresó su satisfacción porque actualmente cuidan cerca de un millón de plantas.
Contó que desde que se hacen los almácigos son nueve años los que hay que esperar para poder empezar a producir.
Agregó que lo más difícil ha sido convencer al cliente de que ya no está prohibido adquirir pinabetes legalmente cultivados, que llegan a costar hasta Q100 el pie, con hasta 10 pies de alto.
“Es una belleza de nuestro aroma esta Navidad, pero a veces nos tratan como si fuéramos depredadores, y yo trato de explicarles, que como productor, trato de preservar la especie”, expresó Escobar.
En tanto, Truman Reyes, otro de los productores de esa misma localidad, dijo que hace unos 20 años que se dedica a la siembra de estos árboles.
“Considero que somos los únicos en conservar esa especie y cuidarla”, opinó, a la vez que invitó a la población a comprar el producto con marchamo, ya que con ello están contribuyendo con la reforestación del país.
“Por cada árbol que nosotros cortamos cada años, sembramos entre ocho o 10 más”, agregó.
De acuerdo con datos proporcionados por los productores, en esa localidad hay cultivos de Huehuetenango; Tecpán, Chimaltenango; Quetzaltenango, Totonicapán, San Marcos, Sololá, Quiché y Jalapa, que suman un total de 349.74 hectáreas de pinabete, equivalentes a más de 945 proyectos y unos 30 viveros de pinabetes que están inscritos en el Registro Nacional Forestal.