Los deslaves de más viviendas son ahora una constante amenaza, por lo que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) declaró la zona como de alto riesgo.
Imágenes grabadas con un dron permiten tener una vista panorámica de dos hileras de viviendas que están al borde y casi por colapsar.
Al momento de registrar las imágenes la corriente del río Pinula, que atraviesa ese sector, ya había reducido su nivel, pero los vecinos saben con antelación que cuando llueva de nuevo, como ocurrió el pasado fin de semana, entre el 3 y 4 de septiembre, el nivel del agua aumenta y la fuerza arrastra fuertes correntadas que van deslavando las laderas a los costados.
EN ESTE MOMENTO
Desde mediados de agosto de 2023, con lluvias que se presentaron de forma intermitente, los residentes vieron cómo comenzaron a ceder los cimientos de varias casas.
Las más recientes se derrumbaron el pasado sábado 2 de septiembre de 2023. Fueron dos viviendas, una contigua a la otra, que ya estaban expuestas sobre el terreno que se hizo más inestable por la fuerza de la corriente del río que había aumentado su nivel a causa de las copiosas lluvias de la tarde.
En el video se observa el momento exacto en que ambas cayeron hacia el cauce en milésimas de segundo.
Aunque no se reportaron heridos ni fallecidos, el incidente forzó a mantener cerradas al menos cuatro cuadras en el perímetro y que se detuviera el tránsito vehicular hasta que delegados de la Conred llegaran al lugar para empezar con las evaluaciones.
En su reporte, la Conred contabiliza hasta este 4 de septiembre, en ambos sectores, un total de 24 viviendas afectadas y con daños significativos, de las cuales 13 ya colapsaron mientras que las 11 restantes están en grave riesgo.
No obstante, la institución estima que el área vulnerable es mucho más extensa que las dos cuadras más afectadas a la orilla del cauce. En total, la institución considera que son al menos 120 familias que están habitando un sector de vulnerabilidad.
Los vecinos afectados siguieron evacuando las pertenencias que les quedaron este lunes 4 de septiembre.
Brenda Díaz, una vecina cuya casa de desplomó y cayó en el río, dijo a Prensa Libre y Noticiero Guatevisión que la situación era “deprimente” porque, junto a su familia, les costó mucho poder conseguir una casa.
“Es triste porque tenemos que empezar de cero. Cuando se empezó a ir nuestra casa empezó con hoyos, empezó a irse socavando y de repente ya no dio tiempo de nada”, recuerda Díaz, quien vive en es lugar desde hace 25 años.
“La casa se va acostando cada día más y la terraza ya se está partiendo también por la mitad, entonces tenemos que dormir en la calle para resguardar nuestra vida”, aseguró Daniel, otro de los vecinos perjudicados.
Los damnificados reconocieron que debido al estado de las casas ya no es posible habitarlas, pero relataron que su condición económica les dificulta poder buscar otro sitio para vivir.
La Conred mantiene la alerta debido a que se desconoce cuánto podría avanzar la erosión del suelo en el que están los cimientos de las otras viviendas que siguen al borde.
Al igual que ese sector, el cauce del río Platanitos, que se une al del río Pinula, ha causado daños en la comunidad vecina de Santa Inés, donde la corriente se desbordó en las calles de ese sector e inundó varias viviendas el pasado sábado 3 de septiembre.
La vulnerabilidad en ambos sectores persistirá por las condiciones climáticas ante la temporada de lluvia que se extenderán hasta noviembre de 2023, según el pronóstico oficial.