Silvia Quiñónez, integrante de la red de pacientes que se conformó debido a la situación, aseguró que en todas las unidades del Seguro Social hay falta de medicinas y cuando se compran para sustituirlos son de mala calidad.
Agregó: “Nos dicen que no hay medicamento, que sí hay dinero, pero que los doctores no los compran. Todo son mentiras”.
Quiñónez necesita una medicina que se debe tomar cada cuatro horas para ayudarle con una afección pulmonar, pero que no se le ha entregado desde noviembre del año pasado. La paciente agregó que recientemente se les llamó para informar de la existencia del producto, pero les entregaron un medicamento cuyo efecto solo es para una hora.
Sergio López, paciente con enfermedad renal, explicó que en el caso de quienes han recibido trasplantes de riñón requieren un medicamento que se consume cada 12 horas y que es de una marca específica, pero desde la semana pasada se les está entregando un producto genérico, de menor calidad.
Problema focalizado
El subgerente de Prestaciones en Salud del IGSS, Arturo García, aseguró que el desabastecimiento no ocurre en todas las unidades, pues se tiene en promedio un 93 por ciento de medicamentos y que es solo el Hospital de Consulta Externa Autonomía, en la zona 9, el del problema.
García afirmó que la situación ocurre con los medicamentos amparados, pues se obliga al Seguro Social a comprar productos de una marca específica y las limitaciones en la Ley de Contrataciones del Estado no permite cubrir la demanda.
También, dijo García, hay medicamentos que aunque estén amparados, el proveedor no tiene el producto, por lo que no depende del IGSS.
“En el caso de Autonomía, hay aproximadamente cien medicamentos amparados, de los cuales el 80 por ciento sí está, pero hay unos muy específicos que no hay en el mercado, y aunque se haga la licitación el proveedor no tiene la cantidad que se solicita”, explicó el subgerente del Seguro Social.
También indicó que el medicamento que requieren los pacientes renales se compraba con contrato abierto, pero este se venció, por lo que ahora se adquiere a través de compras directas.
García aseguró que la situación comenzará a normalizarse la próxima semana.
Problema recurrente
La falta de medicamentos es general y en todas las unidades del IGSS, aseguró Zulma Calderón, jefa de la Supervisión Hospitalaria de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
Calderón explicó que en el 2014 se registró la peor crisis de desabastecimiento en el IGSS, por lo que se pidió un amparo, el 064-2016, con el que se ordenó a la institución hacer las gestiones necesarias para dar medicamentos a todos los pacientes.
Para verificar que se cumple con el amparo, en febrero y marzo de este año se visitaron las unidades del Seguro Social, pero se comprobó que “el IGSS no ha dado cumplimiento y el problema continúa”.
Calderón dijo que los más afectados son los pacientes crónicos, pues deben medicarse todos los días y su vida depende de eso.
Revisar Ley
Calderón coincidió en que las reformas a la Ley de Contrataciones del Estado dificultan la compra a las entidades de salud y puso como ejemplo uno de los hospitales en donde se compran 300 cajas de insulina pero tienen 800 pacientes que la requieren, por lo que todos los días hay algunos que se quedan sin su medicamento.
La supervisora de hospitales dijo que el IGSS debería presentar una propuesta para modificar la Ley de Contrataciones, pues esto también lo ha hecho el Ministerio de Salud, otro de los afectados.
Escasez en el IGSS
Según la Supervisión Hospitalaria de la PDH, son 75 las medicinas que escasean en diferentes unidades del IGSS, entre ellos:
• Hidróxido de aluminio y magnesio, para problemas gástricos
• Metformina e insulina NPDH Humana, para tratar la diabetes.
• Lidamidina, un antiespasmódico; proglumetacina, antiinflamatorio, y tizanidina, relajante muscular
• Alendronato sódico, para la osteoporosis
• Nilotinib 200mg, para tratar el cáncer.
• Lopinarvir o Ritonavir, para el tratamiento del VIH
• Desloratadina, un antialérgico.
• Oxibutinina Clorhidrato, para el tratamiento de padecimientos urológicos.
• Escitalopram oxalato, medicamento antidepresivo.
• Latanosprost, para tratar el glaucoma.
• Myfortic, para las personas que se han sometido a trasplante de riñón.
Cifras
1,000 amparos se otorgaron, en un período de seis años, a pacientes que solicitan medicamentos del IGSS.
Q1,200 millones es el presupuesto anual para medicinas en el Hospital de Consulta Externa Autonomía del Seguro Social, zona 9 capitalina.
Q50 mil puede llegar a costar uno de los medicamentos que el IGSS está obligado, a través de un amparo, a entregar.