La petición de justicia es generalizada en las familias, que en distintos puntos del país despiden a las niñas que murieron por quemaduras e intoxicación en un cuarto de unos cuatro metros donde, según la Procuraduría de Derechos Humanos, estaban encerradas bajo llave, extremo que las autoridades niegan.
María Antonia García guarda el recuerdo de su nieta Madelyn Hernández, a quien describe como una adolescente tranquila, amorosa y amigable. La jovencita era velada en la colonia 4 de Febrero, zona 7.
“No es a un perro al que le han quitado la vida, es un ser humano. No es la primera vez que cometen errores”, expresó García, entre lágrimas.
La abuela de la menor aseguró que ya les había dicho que las trataban mal y que la comida era mala. Ahora pide justicia para reivindicar la vida de Madelyn. “Uno sabe dónde nace pero no dónde va morir”.
“Ahora pido justicia”
Rosa Julia Espino Tobar soñaba con ser secretaria, sus anhelos se fueron a una tumba este viernes cuando su familia le dio sepultura.
“Ellos -los encargados- sabían lo que estaba pasando y cerraron los ojos, no quisieron ver. Ahora pido justicia por lo que pasó y que todo el pueblo de Guatemala pida el peso de la ley”, dijo la madre, Rosa María Tobar.
“Abusaban de mi bebé, la PGN se llevó una niña llena de ilusiones, quería ser algo en la vida, ahora me entregan un cadáver, me la arrebataron, la abusaron sexualmente”, remarcó.
Pelea de niños
Joseline Maricela García Flores tenía 16 años cuando una pelea con un niño hizo que el Estado determinara que debía ser enviada al Hogar Seguro.
Pasó un año encerrada y nunca recibió educación porque sus padres no inscribieron su nacimiento y en las escuelas no la aceptaron.
Escapó de casa
Stefany Dayana Sotoj tenía 15 años y murió quemada, de la misma forma que más de 30 mujeres. Fue encerrada en el Hogar Seguro porque escapó de su casa y al localizarla la internaron siguiendo el proceso Alerta Alba-Keneth.
“Ella dijo que quería regresar a la casa”, contó el padre, Carlos Sotoj. La quinceañera llevaba dos meses detenida por el Estado, y saldría hasta que tuvieran una audiencia. Stefany estaba en segundo básico, era sonriente, contó su padre.