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Hemorragia y preeclampsia son las principales causas de muerte materna en Guatemala y los casos aumentaron 3.3%
El oportuno control prenatal en los servicios de atención primaria ayudaría a disminuir las muertes maternas en Guatemala, casos que en el primer semestre de este año aumentaron 3.3%, comparado con el mismo período 2023.
El control prenatal en los servicios de salud es esencial para prevenir las muertes maternas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
Con 14 años y embarazada llegó a un hospital del occidente del país. La preadolescente ingresó caminando para ser atendida, el parto fue natural, sin embargo, durante el alumbramiento sufrió un desgarramiento en el canal vaginal que no fue identificado por los médicos, esto provocó que su presión arterial descendiera más de lo habitual (hipotensión) y tuviera hemorragia. Ella falleció ocho horas después en la sala postparto.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) plantean la disminución de la mortalidad materna en los países para el 2030, pero en Guatemala las muertes como la del caso antes descrito continúan; es más, van en aumento. El reporte del Ministerio de Salud indica que hay un crecimiento de 3.3% al comparar los períodos de enero a junio de 2023 y 2024.
Mirna Montenegro, del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (Osar), refiere que entre las primeras causas básicas de muerte materna en el país están los trastornos hipertensivos ―tres de cada 10 casos― que deben ser identificados en el control prenatal. El informe de Salud añade, como otro de los motivos las hemorragias -la mitad de los casos-, y en menor proporción, las infecciones.
Siempre en el occidente del país, una mujer de 36 años a punto de dar a luz a su tercer hijo fue atendida en casa por una comadrona, pues viajar al hospital representaba una hora de camino. El bebé nació, pero la madre tuvo retención de placenta, y según la Clínica Mayo si esto ocurre hay riesgo de infección grave o de pérdida de sangre que pone en peligro la vida de la paciente.
Para atender esta emergencia se recomienda el uso del medicamento misoprostol, que, según informe del Osar, su uso en el posparto domiciliar por parte de las comadronas redujo las muertes maternas por hemorragia en Huehuetenango durante el 2023.
Desafortunadamente, la comadrona que atendió a la mujer de 36 años no tenía misoprostol, por lo que se comunicó con el enfermero de territorio que tampoco contaba con el medicamento ni sabía cómo extraer la placenta. Pasaron dos horas hasta que decidieron trasladarla al hospital, pero murió media hora antes de llegar al centro asistencial.
Ambos casos ocurrieron en el primer semestre de este año, y están en el reporte de las 158 muertes maternas que hizo Ministerio de Salud. Son cinco fallecimientos más que los registrados durante el mismo período del 2023.
La situación es más crítica al comparar los reportes por departamento, pues Quiché, San Marcos, Guatemala, Chimaltenango, Suchitepéquez, El Progreso y Sacatepéquez son los que tienen un mayor crecimiento en los registros.
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En el caso de San Marcos en 2023 tenía nueve casos ahora son 19; mientras que Quiché de 16 pasó a 22, y Suchitepéquez de uno a cinco.
Los departamentos que reportan mayor frecuencia de mortalidad materna por ocurrencia son: Guatemala, Quetzaltenango y Santa Rosa. Mientras que el 31.5% de los municipios del país registran por lo menos un caso.
Desde 1989 la tendencia de muertes maternas iba en descenso. Ese año se contabilizaron 748 fallecimientos mientras que el 2023 cerró con 316, el decremento anual fue de 1.8%.
El perfil de las guatemaltecas que han fallecido por esta causa en el primer semestre del 2024 dice que tienen entre 20 y 39 años, pues en ese grupo está cerca del 80% de los casos. La mitad de los decesos sucedieron entre población indígena, y el 66% cursaron únicamente la primaria o no tenían escolaridad, con lo que las condiciones socioeconómicas y demográficas son determinantes en este tema.
Causas de cuidado
De acuerdo con la ginecóloga y obstetra, Mildred Vázquez, la mortalidad materna en Guatemala continúa vigente debido a que la atención primaria en las mujeres embarazadas es precaria. Si bien las comadronas siguen atendiendo la mayoría de los partos, lo hacen con limitaciones.
“Los departamentos ―donde ocurren más muertes― no han cambiado, y cuando se cruzan los datos son los más pobres, con más población rural y de etnia maya”.
Mildred Vázquez, ginecóloga y obstetra
“Los departamentos ―donde ocurren más muertes― no han cambiado, y cuando se cruzan los datos son los más pobres, con más población rural y de etnia maya”, dice Vázquez.
Las complicaciones o eventos adversos en el embarazo y en el parto pueden identificarse de manera oportuna durante el control prenatal, en esto coinciden Montenegro y Lesli Ramírez, asesora del Centro de Estudios para la Equidad y Gobernanza de los Sistemas de Salud (Cegss).
Sin embargo, la brecha de servicios del primer y segundo nivel de atención impide que las mujeres tengan ese chequeo, por otro lado, Ramírez indica que hace fata capacitar al personal para que haga el correcto diagnóstico de los signos de alarma, como toma de la presión arterial para detectar problemas de hipertensión. Por esto, la identificación de los casos se hace tarde y hay demora en el traslado a hospitales u otros centros asistenciales.
También hay falta de personal especializado en los hospitales departamentales, como médicos ginecólogos, pediatras, anestesiólogos, lo que impide dar una pronta repuesta a los casos graves.
Se suma la falta de insumos y medicamentos, las largas distancias y escasa atención en el idioma materno de la madre y con pertinencia cultural, lo que fractura la confianza hacia los servicios de salud.
Al considerar este contexto, Vázquez señala que “la mortalidad materna está muy lejos de resolverse”.
Hipertensión, un grave problema
El informe de Salud indica que la preeclampsia ―presión arterial alta después de 20 semanas de embarazo― es la segunda causa de muerte materna en el país.
Ramírez dice que no es extraño el diagnóstico de hipertensión en mujeres embarazadas, cuando se calcula que cerca de la mitad de la población mayor de 18 años es hipertensa, grupo en el que se incluye a mujeres en edad fértil. “Muchas no saben que son hipertensas y al no tener un diagnóstico oportuno las posibilidades de que se embaracen y la condición se agudice es alta”, agrega.
Para identificar este y otros problemas de salud es necesario el control prenatal precoz en los puestos y en los centros de salud, coinciden las entrevistadas, y que el aumento del 3.3% de las muertes maternas es un problema latente que se agrava por las condiciones en que vive la población.