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Helicópteros, telefoto y descenso en cuerdas: la crónica sobre la localización de la avioneta desaparecida y sus tripulantes

Con un lente fotográfico especial, socorristas divisaron entre árboles una avioneta accidentada. Luego, desde un helicóptero, un bombero descendió sujetado de cuerdas. Así fue el operativo en “La Barranca de la Muerte”, en Sacatepéquez.

Avioneta desaparecida San Juan Alotenango

Los equipos de rescate lograron ubicar los restos de la avioneta y recuperar los cuerpos del piloto Édgar Reyes y el estudiante Fernando Méndez Fúnes en la escarpada “Barranca de la Muerte”, cerca del volcán de Agua. (Foto Prensa Libre: Bomberos Voluntarios)

Este jueves 11 de julio, durante el cuarto día de búsqueda fueron localizados los cuerpos del piloto Édgar Reyes y del estudiante Fernando Méndez Fúnes, tras ser localizada la avioneta que desapareció durante un vuelo de instrucción.

Los dos tripulantes partieron desde la ciudad capital con destino al aeródromo de Retalhuleu, pero en el trayecto de retorno, la aeronave perdió comunicación sin dejar rastro alguno cuando sobrevolaba cerca del volcán de Agua el pasado lunes 8 de julio de 2024.

Los equipos de búsqueda comenzaron labores desde las 6 horas, confirmó Hans Lemus, portavoz de los Bomberos Voluntarios. De este grupo, 45 brigadistas se desplegaron desde el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), ubicado en las faldas del volcán de Agua para ascender en el sector donde la aeronave tuvo el último contacto.

Un equipo en tierra se encaminó hasta finca La Soledad, pero al ser una zona de difícil acceso y alto riesgo para los equipos de rescate, se optó por sobrevolar con drones. Ese punto es conocido como la “Barranca de la Muerte”, debido a que se caracteriza por su terreno escarpado y abrupto.

“Tiene pendientes pronunciadas y una densa vegetación que limita la visibilidad y complica el desplazamiento. Ya no se puede bajar porque había barrancos de grandes proporciones”, explicó Lemus.

Las condiciones del terreno, junto con factores climáticos como la nubosidad y fuertes vientos, aumentaban la dificultad de las operaciones de rescate, haciendo imprescindible el uso de equipos especializados y maniobras de alta precisión para llevar a cabo cualquier intervención en la zona.

En simultáneo, un equipo de la sección aérea de Bomberos Voluntarios que viajaba en helicóptero también se acercó a la zona. Fue entonces que utilizando un telefoto, una lente que permite obtener imágenes de objetos distantes con un mayor detalle y ampliación, se logró visualizar restos de la nave color blanco, entre la vegetación y densos árboles.

“Ellos hicieron la localización respectiva en el área del volcán de Agua. El helicóptero se detuvo entonces y el Mayor Juan Muñoz fue quien descendió con cuerdas especiales", añadió el portavoz.

La aeronave se ubicó a un kilómetro y medio del lugar en donde fue el último contacto, confirmaron los socorristas.

El mayor Juan Díaz Muñoz, es jefe de la Brigada de Rescate en Sololá y director de Hombres Rana, además de ser comandante de bomberos de Aeronáutica Civil. Él descendió para constatar y explorar el área donde se presumía que estaba la aeronave.  

“Se colocaron lazos y descendió. El principal riesgo en estos casos es que es debido a la velocidad del viento, el rescatista podría impactar contra un árbol, o que el lazo se podía enredar en alguna rama”, explicó Lemus.

Una vez confirmó que se trataba de la aeronave, Muñoz junto a su equipo dio el aviso inmediato al Sistema de Comando de Incidentes (SCI), comandado por la Coordinador Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), para confirmaron que los hombres fueron localizados.

“Se nos complicó bastante porque era un área demasiado boscosa y esto complicó la visibilidad. Fue bastante difícil, utilizamos cámaras con lentes de un angular especial y mucho equipo que nos ayudó a la localización de las dos personas fallecidas”, describió Muñoz al concluir la operación.

“A la hora de localizar el cuerpo, se hizo el descenso vertical y se constató que las personas estaban fallecidas en el interior de la aeronave”, afirmó.

 Rescate aéreo y terrestre en zona de difícil acceso

Posteriormente, el equipo envío las coordenadas del área a la Fuerza Aérea para que la aeronave en apresto se desplazara hasta el punto.

La portavoz del Ejército, Ann Marie Argueta, explicó que la alerta se recibió entre las 10.30 y 11 de la mañana, y entonces un equipo especializado de la Brigada Humanitaria y de Rescate de esa institución se desplazó en una aeronave equipada para realizar extracciones verticales, debido a las complicaciones del terreno.

El equipo aéreo estuvo compuesto por seis rescatistas, además del piloto, copiloto y un especialista aerotécnico.

Una vez al llegar al punto donde se encontraba la avioneta comenzaron a prepararse.

“Se estabilizó el helicóptero en el aire y los rescatistas procedieron con la camilla, tomando en cuenta todas las medidas de seguridad. Una vez en el suelo, el grupo de rescatistas en tierra se encarga de asegurar el cuerpo en la camilla, asegurándose de que esté completamente seguro para el ascenso. Luego, el equipo aéreo elevó la camilla con el cuerpo, cuidando en todo momento que no ocurra ningún accidente durante la extracción vertical”, explicó la portavoz del Ejército.

Desde el momento en que se recibió la alerta hasta que se completó la labor de la primera extracción, transcurrieron aproximadamente dos horas, entre las 11 y 13 horas, relató la portavoz del Ejército.

Sin embargo, la operación de rescate fue suspendida momentáneamente debido a las condiciones del clima y los fuertes vientos, incluyendo la nubosidad, lo que obligó al helicóptero a regresar a la base en la Fuerza Aérea.

Los equipos comenzaron a evaluar las alternativas y la posibilidad de realizar el segundo rescate por tierra, pero las condiciones del terreno eran difíciles con elevaciones y descensos pronunciados.

Al determinar que tomaría mucho tiempo y que persistían la humedad en la zona, el equipo de Bomberos Voluntarios decidió que era más viable el rescate por aire.

El equipo esperó cerca de una hora para que mejoraran las condiciones climáticas y así reanudó la operación y rescató el segundo cuerpo.

ESCRITO POR:

Sandy Pineda

Periodista de Prensa Libre especializada en política y temas sociales con 7 años de experiencia. Parte del programa International Women's Media Foundation (IWMF) en 2019, y del proyecto Ciclos de Actualización para Periodistas (CAP) 2023.