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No fue sencillo, señala Diana Brown, presidenta de la Asociación de Colegios Privados de Guatemala, quien también reconoce que al final de año lectivo, quedarán brechas en el aprendizaje de los estudiantes, pero habrá competencias y destrezas que a la distancia los niños y los adolescentes pudieron desarrollar.
La incertidumbre ensombrece el regreso a clases en el 2021, pero la pandemia dio pie a replantear cómo será la enseñanza de ahora en adelante. Brown menciona como un punto importante será cambiar el Currículo Nacional Base y que en este se integre la tecnología.
¿Cómo evalúa el impacto del covid-19 en la educación en Guatemala?
El 16 marzo fue la suspensión de las clases presenciales, era algo que se veía venir como efecto de la pandemia, pero fue repentino que sucediera de un día para otro.
La mayoría de los centros educativos privados ya trabajaba con algunas plataformas digitales, algo paulatino, porque las casas editoriales comenzaban a ver que los libros ya no serían tan útiles sino era más el aprendizaje virtual, pero esto se tuvo que adaptar de golpe a partir de marzo.
El inicio fue empírico porque ni los docentes ni los alumnos estaban acostumbrados, diría que marzo fue de adaptación. El tiempo dentro del aula virtual, las tareas y el estilo de evaluación no podían ser igual porque la entrega académica era distinta. Luego se fue perfeccionando de la mejor manera posible, sobre la marcha.
Se ha pedido comprensión a los padres de familia porque hubo cierto reclamo de que los niños no estaban recibiendo todo el período ni la cantidad de clases que cuando era un ambiente presencial, pero la capacidad de cualquier persona ante una pantalla es menor que estar en un aula, todo eso se tenía que modificar. Tiene que ser vivencial, ser lúdico para que el aprendizaje se adquiera, que sea más de desarrollar competencia, de destrezas, no tanto de contenido.
¿En estos casi ocho meses de pandemia, cree que los estudiantes y maestros ya estén adaptados a la modalidad virtual, pues el próximo año aún es incierto el regreso a las aulas?
En un 100% no, porque hay personas que no tienen mucha facilidad con la tecnología, sobre todos los docentes, que aprendieron a usarla como una herramienta. Para los alumnos era más fácil, pues son casi nativos digitales, tiene costumbre de estar en línea, aunque sea por otros fines.
La clase presencial es esencial, no lo podemos negar, sin embargo, esta no es una situación que se solicitó, sino que es una respuesta a una pandemia, a una situación imprevista. Sin duda no fue igual, este año fue distinto; puede haber brechas en el aprendizaje, no lo podemos negar, pero hay otros aspectos que se ganaron: destrezas de competencias de comprensión, de autoconocimiento, de integralidad de las asignaturas, también convivencia familiar, la inteligencia emocional. Hubo ganancias de otro tipo que son tan importantes como el contenido académico.
En países donde se han reanudado las clases presenciales se tuvo que dar marcha atrás, ¿cómo se han preparado los colegios privados para enfrentar el próximo año escolar?
Siempre se comienza a planificar el año escolar desde junio o agosto del año anterior, y viendo lo incierto y que dependemos del comportamiento del virus, se ha planificado con tres escenarios y estar listos para cuando arranque el año escolar: totalmente virtual, hibrido (presencial y virtual) y presencial totalmente.
Por cómo se ve el panorama del covid-19 en el mundo, los países que abrieron volvieron a cerrar, en Europa, Israel y Estados Unidos sufren una segunda ola, y tristemente se prevé que también pueda suceder acá, lo más probable es iniciar a distancia y de allí dependerá del comportamiento del virus o si ya podemos contar con una vacuna.
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Viendo este escenario, el uso de plataformas virtuales será parte del aprendizaje en el 2021.
Es otra modalidad, es de salir del paradigma que teníamos. Se platica de querer regresar a cómo era antes, pero creo que no hay que volver a eso, hemos creado nuevas dinámicas y las tenemos que seguir involucrado en una nueva vida, en una nueva educación, en una nueva visión y creer enfáticamente que lo importante son las destrezas y las competencias del siglo 21, y eso se ha ido aprendiendo a través de esa convivencia en línea de toda la comunidad educativa -familia, alumnos y centro educativo-, porque tenemos que crear una unión que tiene como fin que el alumno se desarrolle integralmente.
Si se continúan con la modalidad virtual, la conectividad se vuelve una necesidad generalizada.
Hay que tener más ancho de banda en los centros educativos, tener toda la conectividad posible, y eso para todo el sistema educativo, tener un solo dispositivo electrónico para la facilidad de alcance del aprendizaje.
Hablamos de centros educativos privados, pero hay algunos que no tienen poder adquisitivo, son establecimientos que cobran Q150, que están en casas pequeñas y tienen necesidad al igual como el sector público, es decir, hay que pensar en todos, y todos necesitan tener alcance de ancho de banda y a los dispositivos, a un precio accesible.
Estos colegios son los que tienen retos de conectividad, porque es un costo alto, es en dólares. No tienen suficiente poder adquisitivo y son limitadas las cuotas que cobran, todo se vuelve un círculo vicioso.
¿Qué inquietudes tienen los colegios privados para el próximo año?
Primero, necesitamos los protocolos básicos propuesto por el Ministerio de Educación para poder trabajar sobre ello, debo de enfatizar que los colegios han estado desarrollando sus propios protocolos para asegurar el bienestar físico de los niños.
Estamos pendientes de que haya un acuerdo ministerial sobre la educación hibrida, que se había ofrecido para tener más detalle de cómo funcionará. Esto es muy bueno porque nos permite trabajar a distancia.
Hay que reevaluar el Currículo Nacional Base, este tiene que cambiarse, tiene que haber una modificación que integre a la tecnología como parte esencial de lo que es la entrega académica, de igual manera la evaluación. Hemos sugerido una evaluación por rúbrica, porque eso abarca que el alumno pueda compartir y asumir una corresponsabilidad si hizo bien o no el trabajo.
También que en las universidades haya una nueva formación inicial docente para que el maestro tenga la tecnología como herramienta de su propio portafolio, distintas dinámicas y metodologías para poder utilizar, y una capacitación continua para los que están en servicio.
Al ser las clases virtuales, los padres de familia piensan que las cuotas de los colegios deberían ser menores el próximo año ¿qué dice al respecto?
Hemos escuchado que se debería de reducir las cuotas, de no cobrar tanto porque las clases no son iguales, sin duda alguna no son iguales, son distintas, pero recordemos que tenemos a todos los docentes trabajando hasta 12 horas diarias y para poder pagarles su salario, que es bien merecidos, los padres de familia deben saldar las cuotas.
La gran mayoría de colegios no las aumentarán, pero tenemos que entender que el 72% de las cuotas va para pago de salario de los docentes, luego hay gastos fijos, hay que pagar renta, inversiones en infraestructura para el cuidado de la higiene, hay que pagar ancho de banda, pedimos a los padres comprensión, entendemos que hay momentos de crisis financiera y todo mundo lo está pasando, pero necesitamos el trabajo en equipo de la comunidad educativa.
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La crisis económica generada por la pandemia ha golpeado a las familias guatemaltecas, ¿repercutió esto en que los niños no continuaran con sus estudios?
El nivel de preprimaria ha sido seriamente afectado por el abandono del aula virtual. Hubo un abandono fácil del 50%. Es serio porque la educación preprimaria es importante para el éxito futuro de cualquier carrera escolar, de 0 a 6 años es la etapa para aprender las destrezas de pensamiento crítico, discernimiento, análisis, conteo, percepción, lo que no se adquiere en esta esta no se recupera.
En cuanto a los otros grados ha habido migración de un centro educativa a otro por razones financieras.
Para el 2021, ¿se prevé la migración de estudiantes a establecimientos que están ofreciendo la modalidad virtual?
Es posible. Antes de la pandemia si un colegio quería ser virtual había que hacer una tramite totalmente aparte, como abrir un nuevo colegio, aunque fuera de la misma institución. Lo que se está haciendo es abrir el poder dar las clases tanto a distancia o presencial y nos permite presentar esa oferta a quienes no quieran mandar a sus hijos al colegio. Es importante tener en cuenta que los padres de familia tienen el derecho de escoger la educación que ha de impartirse a sus hijos menores.
Un estudio de Prensa Libre indica que el 90% no tienen la confianza para poder enviar sus hijos al centro educativo, eso se comprende, porque hay incertidumbre de cómo será el entorno a clases, lo que sí puedo asegurarle es que los colegios están haciendo su mayor esfuerzo para tener las instalaciones preparadas para que cuando lleguen los alumnos. Todo ese tipo de dinámica ya se está previendo, pero todo depende de una cosa que nosotros no controlamos: el covid-19.