La ciudad universitaria fue liberada luego de 386 días de ocupación en protesta a la elección de Walter Mazariegos como rector de la casa de estudios, e inmediatamente el Ministerio Público (MP) ingresó para iniciar una investigación y fue la Fiscalía Especializada contra los Delitos de Usurpación la que se encargó de la diligencia, misma que se declaró bajo reserva judicial.
Fue hasta este 16 de noviembre que se conoció el avance de las pesquisas en el Caso toma de la USAC: Botín Político, con el que se llevaron a cabo allanamientos y se giraron órdenes de aprehensión por la posible comisión de los delitos de usurpación agravada en forma continuada, depredación de bienes culturales en forma continuada, sedición en forma continuada y asociación ilícita. Se ha capturado a seis personas.
Paralelo a la investigación en el campus se realizaron trabajos para remozar las instalaciones, bajo el discurso de comenzar con el regreso paulatino de los estudiantes a la presencialidad. Como un primer paso, el 4 de septiembre el Consejo Superior Universitario (CSU) acordó reactivar las actividades administrativas en 20 unidades y en cinco facultades: Ingeniería, Odontología, Humanidades, Ciencias Económicas y Ciencias Jurídicas y Sociales.
Pese a esa instrucción, el ingreso para el personal es restringido y solo pueden entrar a la Usac quienes están anotados en una lista bajo el control de los jefes de Seguridad Universitaria. Una circular fechada el 22 de octubre y firmada por el director General de Administración, ingeniero Luis Pedro Ortiz de León, recuerda dicha disposición e indica que todos los trabajadores deben estar “plenamente identificados con su carné universitario”, de lo contrario no pueden ingresar.
Espacios limpios
“La universidad ya está en óptimas condiciones”, dijo un trabajador de la Usac que pidió omitir su nombre por temor a represalias.
Mientras que en un video institucional Ortiz de León señaló que se ha recuperado más del 90% del ornato, y se trabaja en reestablecer los servicios de agua, luz, entre otros.
De esa cuenta es que docentes dicen que “ya no hay justificación para que no se retorne al campus central”, y si no se ha logrado “es por un tema político”.
A esta fecha solo algunos estudiantes de la Facultad de Odontología han logrado regresar a la presencialidad y es para tener acceso a la práctica de laboratorios, también son contados los estudiantes de Veterinaria y Zootecnia los que llegan por la misma necesidad.
¿Qué sucederá el próximo año?
Entre catedráticos y trabajadores de la Usac se habla de que las clases virtuales continuarán durante el primer semestre del 2024, pues la presencialidad representa un riesgo para la actual administración de la universidad, ya que la reorganización estudiantil exigiría que se repita la elección a rector y de otros cargos, como decanaturas y vocalías que se ha retrasado.
“Para nosotros el campus ya está para que se abra a las clases presenciales, pero si hablamos políticamente, a las autoridades no les conviene. Ellas van a buscar la manera de no abrir el otro año”, agregó el trabajador.
Dicho argumento tiene lógica para estudiantes consultados, pues la virtualidad ha desincentivado o desmotivado la participación político-estudiantil, y volver a la presencialidad podría revivir el movimiento.
“Es lógico que tengan temor, porque nos vamos a organizar y a levantar Supuestamente vamos a ir a la universidad en el 2024, pero lo veo difícil por una cuestión política”, dice una estudiante de Ingeniería, que señala al CSU de no mostrar interés en que los sancarlistas vuelvan a los salones de clases.
Pero continuar con la virtualidad va en detrimento de la formación de los futuros profesionales, argumenta otro estudiante de Ciencias Económicas, pues hay carreras que necesitan la presencialidad para la formación de habilidades y destrezas que se adquieren con la práctica en laboratorios y clínicas.
“La Universidad de San Carlos se quedó rezagada en relación a las universidades privadas que durante el año han tenido presencialidad, esto porque a las autoridades no les interesa la academia o el bienestar de los estudiantes”, dice un docente, para quien se acabaron las excusas para no abrir la ciudad universitaria en el 2024.
}
Según Ortiz de León, desde la administración central de la Usac se ha instalado una comisión encargada de establecer los parámetros para la activación de clases presenciales y de programas semipresenciales para el 2024.
En ese estira y encoje político que mantiene a los estudiantes lejos de la ciudad universitaria, a partir de este primero diciembre los trabajadores de la Usac entrarán en período de vacaciones, sin que la administración de Mazariegos atienda la demanda de grupos que llevan varios meses sin percibir salario. Denuncian que alrededor de 250 personas no han recibido pagos desde septiembre, al punto que no han firmado contrato de ese mes a la fecha.