Dicho estudio refiere que el 36.2 por ciento de las personas encuestadas respondió que sus ingresos han disminuido comparados con los que tenía antes de la pandemia. Aunque el número aún puede considerarse elevado, es muy inferior a los que arrojaron los estudios efectuados en los primeros meses después de la llegada del coronavirus a Guatemala.
Por ejemplo, en abril de 2020 un mes después del anuncio del primer caso positivo en el país, el 63% de los guatemaltecos respondió que sus ingresos habían disminuido. Para junio del mismo año, este número se había elevado hasta 69%.
Ruralidad
El área rural la recuperación avanza más lento, puesto que el 39% considera que sus ingresos aún no son los que tenía antes de la pandemia, un 59% cree que son similares y apenas un 2% dijo que han aumentado.
Luis Linares, analista de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales (Asíes), considera los números de la encuesta van en la línea de la realidad del país que prácticamente ha reabierto todas sus actividades económicas, a diferencia de hace año y medio cuando, incluso, no había ningún servicio de transporte colectivo.
El experto afirma que el dato de personas que no han recuperado los ingresos que tenía antes de la llegada de la pandemia está influenciado por la gran cantidad de empleos asalariados que se perdieron, cerca de 700 mil según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos 2021, puesto que muchos tuvieron que autoemplearse, actividad que principalmente es informal.
Este segmento de la población por necesidad se trasladó al empleo por cuenta propia, pero no necesariamente ha recuperado sus ingresos, dijo Linares, porque se desenvuelve en un entorno que tiene poca capacidad de consumo; sin embargo, las remesas provenientes del extranjero se han constituido en el salvavidas de este sector y de otros.