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Según el estudio de ProDatos, ocho de cada 10 encuestados creen que lo peor de la enfermedad está por venir, mientras que dos de cada 10 asumen que lo más difícil para el país está sucediendo en este momento.
Los datos estadísticos son similares a los registrados en el primer monitoreo, presentado en abril pasado.
Esta percepción, según Arturo Sánchez López, epidemiólogo, se debe a que conforme pasan las semanas se ha visto un incremento significativo en el número de casos.
Tan solo en lo que va de esta semana hubo dos días con reportes de 85 personas contagiadas cada uno, mientras que en los demás días no ha bajado de 60 el número de infectados diarios.
Ese crecimiento desmedido en cifras se debe, según el epidemiólogo, a que “la población se relajó en cuanto a las medidas de prevención”.
El confinamiento se ha ido desacelerando y cada vez se ve a más personas en las calles, intentando volver a la normalidad.
“Si las medidas de confinamiento no se cumplen y si la población no practica el distanciamiento social, lavado de manos y uso de mascarilla”, el crecimiento de infectados se dará en un tiempo mucho más corto, advierte.
Otro aspecto que contribuye a que los guatemaltecos piensen que lo peor está por venir es el acceso a la información sobre lo que sucede en el resto del mundo y la forma como el covid-19 ha acaparado la atención, indica Adrián Chávez, analista y exviceministro técnico de Salud.
Hay un tsunami de información por medio de la cual se enteran de la cantidad de contagios y de muertes causadas por el nuevo coronavirus en otros países, y eso ha desatado el “pánico” entre la gente, opina Paul Chinchilla, epidemiólogo y catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Carlos.
A corto plazo
La encuesta revela que nueve de cada 10 personas consideran que habrá un incremento significativo de casos en el corto plazo.
En abril, los guatemaltecos veían distante que el país sobrepasara los mil casos positivos. Cuatro de cada 10 así lo creía.
A criterio de Chávez, este cambio en la percepción también se debe a “las inconsistencias del Gobierno en el manejo de la epidemia, a nivel técnico y comunicacional. Le están generando tal desgaste que la gente está empezando en desconfiar de la información oficial y está buscando otras fuentes que develan que así como ha pasado en otros lugares, lo peor está por venir”.
Además, la enfermedad ahora es comunitaria y las personas se enteran de casos cercanos, lo cual también influye en la manera como perciben la situación, agrega Chávez.
Debido a que la transmisión del nuevo coronavirus es impredecible, Sánchez aconseja no bajar la guardia y continuar con las medidas de contención.