Las clases también fueron suspendidas en esa ciudad porque, según García, se temía un tsunami.
“Cuando estaba el sismo cargué a mi niño. Mi esposa se alteró, pues las puertas se atoraron, pero al final logramos salir ilesos a la calle”, refirió.
Ciudad de México
Allá la situación fue similar. El terremoto obligó a la gente a salir de los edificios, según el guatemalteco Joaquín Samayoa, quien reside en la Delegación Coyoacán y trabaja como comunicador. Se encontraba en su vivienda, en el piso 13 de un edificio, al momento del movimiento telúrico, cuando las alarmas se activaron.
“Quería mis zapatos para salir y no los miraba. Me asusté más de lo normal, pues se había ido la luz”.
“En la colonia Roma se fue la luz porque hay mucho cableado para iluminación”, relató Samayoa.
Afirmó que en el edificio donde vive no hubo reporte de daños, aunque los residentes salieron unos minutos al vestíbulo y a la calle porque el terremoto fue fuerte.
“Intentamos bajar, pero en lo que íbamos por las escaleras el sismo terminó”, expresó.
Samayoa afirmó que Protección Civil hizo un llamado a estar atentos ante cualquier eventualidad. “La gente anda en las calles, pero en unos sectores se suspendieron clases”, agregó.
Otro testimonio es el de Josh Moino, originario de la capital guatemalteca. Él se encuentra de viaje y se hospeda en una cabaña en el pueblo Santo Tomás, a unos 40 minutos de Ciudad de México, donde narró la sacudida.
“Estoy en un lugar rodeado de árboles de entre 12 y 15 metros de altura. La verdad, lo ocurrido fue atemorizante. Además estaba solo en el inmueble”, relata Moino, aún nervioso.
El connacional declaró que nunca había visto árboles tan grandes moviéndose y parecía que no iban a detenerse.
Cuando pasó el terremoto, Moino buscó un lugar seguro y vía WhatsApp se comunicó con su familia en Guatemala. “No he querido salir por seguridad. La verdad, da miedo un tsunami, porque no se sabe qué impacto puede tener”, dijo.
Evacuación ordenada
La guatemalteca Suseth Cordón reside en México desde hace 11 años y es gerente de calidad en una empresa de insumos masivos. Ella conoce el protocolo establecido en Ciudad de México para cuando ocurre un sismo.
Todos deben evacuar sus viviendas y acudir al punto de reunión, como se practica en cada simulacro, luego del terremoto de 1985. “Había muchísima gente ahí. Aquí hay cultura de prevención”, explicó.
Cordón, quien solo se encontraba en compañía de su perro, sintió muy fuerte el temblor. “En el centro de la ciudad es donde más se mueve”, comentó.
Héctor Sipac, cónsul de Guatemala en Tapachula, informó que en esa ciudad residen muchos guatemaltecos y que en Puerto Madero hubo evacuaciones para atender y alojar a las personas. Añadió que en el albergue localizó a una familia de Puerto Barrios, Izabal, y supo que sus integrantes están ilesos.
“Espero que mi familia esté bien. Yo estoy bien aquí. Los quiero y amo demasiado. Espero verlos pronto”.
“El movimiento sísmico fue fuerte y la gente se pudo evacuar. En los municipios de Tonalá y Arriaga hay casas dañadas y derrumbes”, informó.
Sipac explicó que a través de la página de Facebook Consulado de Guatemala en Tapachula, las personas pueden informar a sus familiares cómo se encuentran.