El estudio de Pro-Datos, Actitudes de la población hacia el covid-19 en Guatemala revela que cuatro de 10 personas dicen estar “poco” o “nada” preocupados de contraer la enfermedad, que hasta hoy se ha cobrado la vida de más de 17 mil guatemaltecos.
Otro 17.7% respondió estar “algo” preocupado y un 38% dijo que contagiarse de covid-19 es algo que le preocupa “mucho”.
El temor por resultar infectado es más marcado en las áreas urbanas donde, a más del 40% le preocupa contagiarse. En contraste, esta preocupación se reduce hasta 33.3% en el área rural.
En abril del 2020, un mes después de la llegada del virus al país, 58% de las personas consideraba que el covid-19 representaba un “alto riesgo” para la población en general. Esta preocupación aumentó poco a poco hasta alcanzar un pico de 72% en agosto del 2020.
A partir de ahí la percepción de miedo comenzó a disminuir y ya para marzo de este año, había bajado a 43% el número de guatemaltecos que consideran al covid-19 de “alto riesgo”.
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Además, la preocupación es mayor entre las mujeres, 42.2% de las cuales manifestó estar “muy preocupada” de contagiarse. En cuanto a los grupos etarios, hay más temor entre los jóvenes de 18 a 24 años, mientras que los mayores de 55 años son lo que parece le tienen menos miedo a la enfermedad.
Respeto a la enfermedad
El epidemiólogo José Carlos Monzón cree que uno de los motivos por los cuales los guatemaltecos ya no sienten el mismo temor hacia el coronavirus es que justo a inicios de marzo la ola propiciada por la variante ómicron comenzó a bajar; sin embargo, la principal razón, subraya, es que en el área metropolitana se han alcanzado elevados niveles de vacunación.
No obstante, a su juicio, no hay razones para perderle el “respeto” al virus, sino que hay que reconocer el gran impacto que ha tenido en estos dos años en la población guatemalteca. El que el país cuente con vacunas “es una gran ventaja” puesto que es la medida más efectiva para combatir la enfermedad, añadió.
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Respecto de si la sociedad ha aprendido a convivir con el coronavirus, Monzón afirma que esto también depende de los niveles de vacunación, puesto que, mientras se puede afirmar que en el área metropolitana ya se ha logrado, no es lo mismo en las zonas rurales donde “falta diseminar la información adecuada para que todos tomen la decisión de vacunarse”.