El país sudamericano es clasificado en el mismo grupo de países como Noruega, Dinamarca, Alemania, Finlandia y Suecia, donde los trabajadores pueden lograr mejoras en su situación a través de la legislación colectiva.
España está en el grupo 2, en el que están enmarcados países en los que la situación es ligeramente menos buena que en el grupo anterior.
A ese grupo pertenecen países como Bosnia Herzegovina, Angola, Japón, Hungría y la República Dominicana.
Colombia y Guatemala, en cambio, son clasificados en el grupo 5, en el que están englobados los países en los que, aunque la legislación enumere una serie de derechos, los trabajadores carecen efectivamente de acceso a ellos y están por tanto expuestos a unos regímenes autocráticos y a unas prácticas laborales injustas.
En el mismo grupo de Colombia y Guatemala -que según el estudio agrupa a “los peores países del mundo para trabajar” – están clasificados países como Camboya o Bangladesh.
Argentina, El Salvador, México, Panamá y Perú quedan enmarcados en el grupo 4, el de los países en donde los trabajadores han denunciado violaciones sistemáticas de sus derechos y en los que, por la actitud actual de gobiernos y empresas, se consideran en peligro los derechos fundamentales.
A ese grupo pertenecen países tan distintos entre sí como Estados Unidos y Haití.
Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y Venezuela están en el grupo 3, el de los países con algunos vacíos de legislación.
El estudio se basa en los informes sobre violaciones de los derechos laborales realizados entre abril de 2013 y marzo de 2014 en 139 países, tomando en cuenta 97 indicadores y con especial atención al derecho a la libertad sindical, el derecho a la negociación colectiva y el derecho de huelga.