Giammattei dijo que “todas las playas” estarán “clausuradas y vigiladas” por las fuerzas de seguridad para evitar “aglomeraciones de gente”.
Explicó que el cierre aplicará también a los ríos, lagos y costas marítimas que son abarrotadas cada año por miles de veraneantes durante el asueto de la semana mayor.
“Esta Semana Santa usémosla para quedarnos en casa”, indicó el gobernante al supervisar la habilitación de un hospital temporal en Quetzaltenango, que se prepara para recibir a personas contagiadas de la covid-19.
El cierre de los balnearios se suma a varias restricciones implementadas por el Gobierno guatemalteco para frenar la pandemia, entre ellas la prohibición de ingreso de vuelos internacionales de pasajeros, el cierre de las fronteras a extranjeros y un toque de queda parcial.
La prohibición de eventos masivos también alcanzará a las procesiones que aglomeran a fieles y turistas, principalmente en la capital y la ciudad colonial de Antigua Guatemala, principal atractivo turístico del país y patrimonio cultural de la humanidad desde 1979.