En el Día contra la Malaria en las Américas, que se conmemora hoy, el mensaje de la Organización Panamericana de la Salud es reducir esa enfermedad a cero, con el compromiso de diversos actores y partes interesadas.
En el caso de Guatemala, según datos obtenidos a través del Sistema de Información Gerencial de Salud (Sigsa), del Ministerio de Salud, se registraban mil 422 casos hasta el 12 de agosto, con una tasa de 8.08 por cada cien mil habitantes.
Alta Verapaz es el departamento con más reportes y se cuentan 777 casos, y Panzós es el municipio más afectado, con 564. El otro con un alto registro es Izabal (440) y El Estor ha reportado más pacientes (433).
La enfermedad ha ido en aumento con los años, pues un reporte oficial refiere que en 2020 se diagnosticaron mil 58 casos, con una tasa de 6.28. Al período siguiente fueron mil 269 y la tasa llegó a 7.42. Para el 2022 se alcanzaron los mil 854 y la tasa se elevó a 10.68.
Lo que no cambió en esos tres años fueron los puntos geográficos con más casos acumulados, pues es una constante que Panzós y El Estor sean los municipios con el registro más alto.
Del 2020 a este año, cuatro departamentos no han registrado casos de malaria. Se trata de El Progreso, Jalapa, San Marcos y Totonicapán, mientras que Guatemala, Quiché, Sacatepéquez, Santa Rosa y Zacapa no tienen reportes actualmente.
Si bien hay casos de malaria en niños menores de un año, siete de cada 10 pacientes tienen entre 10 y 49 años, según el informe oficial. Tanto hombres como mujeres se enferman por igual.
Lorena Gobern, directora de Epidemiología y Gestión de Riesgo del Ministerio de Salud, indica que la malaria es una enfermedad endémica que lleva décadas en la región y que en el país se mantiene un nivel de transmisión sostenido durante todo el año.
Una actualización de casos de enero al 13 de septiembre últimos reporta mil 632, lo que representa un aumento del 11%; sin embargo, comparado con el 2022, hay un incremento del 76%.
En ese registro, 10 son casos importados; es decir que la infección no ocurrió en Guatemala, sino que la trajeron personas provenientes de otro país. Cinco de estos se identificaron entre migrantes que viajan de manera irregular desde Sudamérica.
Otros riesgos
La Unidad de Vigilancia de la Secretaría de Salud (Sesal) de Honduras publicó el pasado 1 de octubre una alerta en la que informó de 19 casos de malaria detectados en migrantes de Venezuela, Perú y Ecuador que llegaron al municipio de Danlí, del departamento El Paraíso, y que cruzaron el tapón del Darién —selva que comparte territorio entre Panamá y Colombia— y tienen como destino final Estados Unidos.
El registro de casos de malaria en territorio hondureño hasta el 23 de septiembre era de mil 523. Las autoridades han señalado que para tener un control epidemiológico harán pruebas de detección de la enfermedad entre migrantes que presenten síntomas, a fin de darles tratamiento de inmediato y frenar la propagación.
Si bien el Ministerio de Salud de Guatemala refirió que existe la intención de asistir a los migrantes por cuestiones humanitarias, esta situación impacta de manera directa en el sistema de salud del país, por la demanda de atención a los pacientes, así como de medicamentos e insumos, considerando que en estos momentos se atiende la epidemia de dengue, que ya suma 28 mil 865 casos.
Por ahora, Guatemala se encuentra en la fase de eliminar la transmisión autóctona de malaria, con la meta de eliminar la enfermedad en el 2024.
En ese contexto, Gobern menciona que se han intensificado las acciones para llegar a un nivel de cero contagios en el país.
Las intervenciones se han hecho a escala nacional y local, con la cooperación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y en coordinación con el Ejército de Guatemala, por las misiones de soldados que viajan a África, donde circula un tipo de malaria distinto, y pueden importar la enfermedad al país.
También se hace un análisis y difusión semanal de la situación epidemiológica y se comparte con los servicios de salud de lugares que presentan mayor transmisión, para que estén alertas ante cualquier caso sospechoso.
Síntomas
Según el protocolo de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud, la malaria se transmite a los humanos a través de la picadura de la hembra del mosquito del género Anopheles que esté infectada.
Agrega que en la picadura el zancudo “introduce esporozoitos del parásito en el torrente sanguíneo del nuevo huésped, estos pasan de inmediato a las células hepáticas, donde se inicia el ciclo de reproducción del parasito en el humano”.
Una persona puede resultar contagiada de malaria por una transfusión de sangre, así como agujas contaminadas. Durante el embarazo puede darse la transmisión vertical -de la madre a su bebé-.
Los síntomas que produce son escalofríos, fiebre intermitente y sudoración, náusea, vómitos, dolor de cabeza y muscular. También aparece anemia severa.
En los primeros días la manifestación de la infección puede asemejarse a otras enfermedades febriles de origen bacteriano, viral o parasitario, de esa cuenta, se el diagnóstico se debe confirmar por pruebas de laboratorio en sangre.
Al identificar que una persona tiene malaria el protocolo indica que esta debe recibir tratamiento de inmediato.
Por el momento, Guatemala está en la fase de eliminar la transmisión autóctonos de malaria, con la meta de eliminarla en el año 2024.
En ese contexto, Gobern menciona que hay una intensificación de acciones para llegar a un nivel de cero contagio en el país. Las intervenciones son a nivel nacional y local con la cooperación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y en coordinación con el Ejército de Guatemala, por las misiones de soldados que viajan a África, donde circula un tipo de malaria distinto, y pueden importar la enfermedad al país.
Realizan análisis y difusión semanal de la situación epidemiológica y los comparte con los servicios de salud de lugares que presentan la mayor transmisión para que estén alertas ante cualquier caso sospechoso que se presente.
Con relación a las caravanas de migrantes, y bajo el reglamento sanitario internacional, se trabaja con las instituciones de atención humanitaria a migrantes para que apoyen en la vigilancia epidemiológica, en la identificación de casos a fin de darles atención oportuna.
“Tenemos importantes coordinaciones nacionales y locales en áreas fronterizas. Trabajamos el abordaje de brotes particularmente con México, y acuerdos de prevención y control de malaria con El Salvador, Honduras y Belice”, dice Gobern.
Mientras que en los puntos de ingreso al país se realizan acciones básicas de vigilancia epidemiológica, se mantiene personal mínimo para identificación de casos sospechosos de interés para Guatemala.