Hoy estamos en el peor escenario, sin medidas encaminadas a frenar los contagios, y en el que los casos acumulados están a días de superar los 500 mil, de continuar el ritmo de más de 4 mil casos positivos que se ha dado en los última semana.
José Luis Ranero, presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala (Colmedegua) y uno de los profesionales que socializó a las autoridades la urgencia de establecer un plan de contención, señala que si hace tres semanas el país iba tarde en tomar medidas contundentes para frenar la pandemia, el que se siga discutiendo el tema sin tomar acciones es preocupante.
“Esto se traduce en un aumento importante de casos, en cogestión hospitalaria, en aumento de muertes por covid-19, no tenemos el control de las variantes del virus”, indica.
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Si bien el estado de Calamidad que llegó al Legislativo era una manera para controlar la pandemia, los médicos no insistían en su aprobación, pues este no contemplaba las recomendaciones de restricción de movilidad, aceleración de la vacunación contra el coronavirus, el testeo de casos, abastecimiento de hospitales y mejores condiciones y contratación del personal sanitario, así como control de aforos, que ellos presentaron.
“Se habla mucho del estado de Calamidad, pero para tener vacunas, tener diagnósticos, mejorar el salario del personal no se tiene porque aprobar uno – donde el 90 por ciento va orientado a compras en el Estado-. El Gobierno tiene que implantar políticas dirigidas a contener los contagios, y por añadidura disminuirán los requerimientos de personal, de insumos y medicamentos”, dice Ranero.
El gremio médico no ve hasta ahora que las autoridades sigan una ruta adecuada para el manejo de la pandemia en el país, que está cerca de los 50 mil casos activos de coronavirus, y supera los 12 mil fallecidos.
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Iris Cazali, jefa de Infectología del Hospital Roosevelt, que expuso la necesidad ante los jefes de bloques en el Congreso, indica que esta es una situación que involucra tres pilares: salud, economía y política, y en esa línea se plantearon medidas sanitarias en las que hubiera un equilibrio con la parte económica, y que en el ámbito político se podía manejar.
Sin embargo, “para fines prácticos nos quedamos no igual sino que peor, porque ahorita no hay alguien que pueda decir que desconoce la situación actual y la proyección de lo que sucederá en el país”, menciona.
Mientras que el exvicepresidente Rafael Espada, coordinador de los decanos de medicina, que también presentaron sus propuestas para contener la pandemia, considera que la actual situación en el país es “terrible, desordenada y sin liderazgo”. Entre las medidas que hicieron está la vacunación masiva a personas mayores de 16 años, además de reforzar la información y la educación a la población.
Dichas acciones debieron ser discutidas un año atrás, en su lugar se perdió tiempo en la implementación de un semáforo epidemiológico y no se planificó la inmunizar a los guatemaltecos, indica, pese a que se tuvo el dinero para adquirir las dosis, se compraron las Sputnik V, pero estas llegan al país a cuentagotas.
Restricciones son necesarias
Cazali indica que las medidas que propusieron tanto al Ejecutivo como al legislativo, entre ellas limitar la movilidad, han funcionado en otros países, tanto así que está demostrado que con el 10 por ciento de restricciones la positividad puede disminuir un ocho por ciento.
Países que han logrado vacunar a su población de manera masiva hacen cierres totales debido a la presencia de la variante delta, en Guatemala no tendría que ser distinto, y es lo que en este momento “podría aliviarnos el tema para salvar vidas”, agrega la médico del Hospital Roosevelt, pues los casos positivos van en aumento.
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“Hicimos lo que teníamos qué hacer y no pegó, quisiera creer que van a proponer algo nuevo, algo creativo, pero por sobre todas las cosas que funcionarán para la población”, señala Cazali.
Que el pronóstico en el país no se complique también pasa por la conciencia de la población de que la situación es grave, dice el presidente del Colmedegua, y es necesario que cada guatemalteco se comprometa a seguir medidas de restricción voluntaria, esfuerzo que se sumaría a una medida de control general.
¿Un problema de compras?
La problemática en los hospitales pasa también por la falta de medicamentos e insumos, la Ley de contrataciones del Estado es “una piedra de tropiezo”, dice Ranero, pues el sistema actual no fue hecho para atender situaciones de crisis, como la pandemia del covid-19, en el que se requiere adquirir los productos de manera ágil, pero hacerle cambios llevaría tiempo, lo que no se tiene.
“El principal inconveniente en estos momentos no es de adquisición de medicamentos, ni de presupuesto, pues al Ministerio de Salud se le han dado los recursos para atender la emergencia, mejorar la atención hospitalaria, adquirir pruebas diagnósticas y vacunas, lo que no se ha tenido es la capacidad para llenar esos vacíos, es una suma de factores que no permiten salir de la crisis”, agrega.