Ante este panorama, Paris Rivera, del Servicio Meteorológico de Guatemala adscrito a la Universidad Mariano Gálvez, compartió sus proyecciones para el país en 2024.
Según Rivera, el 2024 podría comenzar con un primer semestre cálido, continuando la tendencia del 2023. Sin embargo, destaca que la segunda mitad del año traerá cambios significativos en el clima guatemalteco.
A pesar de que las temperaturas en Guatemala han aumentado en promedio 0.1 a 0.2 grados cada año, el 2024 podría tener variaciones más marcadas hacia septiembre, cuando se espera un retorno a temperaturas más normales y condiciones de lluvia promedio.
Impacto del fenómeno El Niño
Según Rivera, el escenario será diferente al 2023, con un impacto del fenómeno El Niño hasta mediados de año, seguido de una transición hacia condiciones más normales.
Rivera explica que el fenómeno influirá en los primeros meses, especialmente entre enero y marzo, y podría extenderse afectando la temporada de lluvias de mayo y junio, haciéndola más seca de lo normal.
Según sus observaciones, este patrón podría ser similar a periodos anteriores, como en los años 2009-2010 o 1997-1998, caracterizados por un cambio en las condiciones climáticas durante la temporada lluviosa.
En cuanto a las temperaturas, se espera un aumento entre 1.0 a 1.5 grados más de lo normal, pero esto sería en el primer trimestre, es decir entre enero, febrero y marzo.
Proyección para mediados de 2024
La presencia del fenómeno El Niño podría afectar solo la primera parte de la temporada de lluvias, entre mayo y junio próximo, haciendo que sea más seca de lo normal y haya menos precipitaciones que lo usual.
Pero a pesar de esto, el meteorólogo sugiere que, a medida que avance el año, se espera una transición hacia condiciones más equilibradas y normales, especialmente en las temperaturas del océano Pacífico que es clave para monitorear la evolución de El Niño.
“Actualmente, debido a su influencia, la temperatura está aproximadamente 1.8 grados por encima del valor promedio o neutro, pero se espera que disminuya gradualmente hasta llegar a condiciones neutras en junio de 2024, según las proyecciones”, explicó Rivera.
Esta proyección es del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI), de la Universidad de Columbia, explica Rivera.
Segunda parte de la época lluviosa
No obstante, aunque a mediados de año se experimentará este cambio sobre el fenómeno El Niño, en Guatemala esto se reflejará hasta tres meses después.
Esto se debe, según Rivera, a que se espera un período de canícula entre julio y agosto, un periodo caracterizado por temperaturas elevadas y condiciones secas.
Por lo tanto, será hasta septiembre que habrá una transición hacia temperaturas serán más neutras y las condiciones de lluvia promedio, lo cual estará contrarrestando ese periodo seco anterior.
“En la segunda parte de la época lluviosa, entre septiembre y octubre, posiblemente será normal, y por tanto las temperaturas no serán tan elevadas. Se espera que, para esos meses, las condiciones de lluvia sean promedio, contrarrestando los periodos de canícula en julio y agosto”, especificó.
En resumen, la proyección sugiere que el primer semestre del 2024 podría mantener la tendencia cálida de 2023, y que persista la influencia de El Niño. No obstante, las condiciones parecen que no serán estáticas y se apunta a que habrá un cambio hacia condiciones más normales en la segunda mitad del 2024 para Guatemala.
Incluso, según la proyección del IRI, de la Universidad de Columbia, explicadas por Rivera, por ahora se anticipa que hacia finales de 2024, es decir, en diciembre, podría haber una transición hacia el fenómeno La Niña.