A raíz de los primeros casos detectados en pelícanos, el pasado 14 de febrero, en una región de Izabal, se confirmó que a través del Programa Nacional de Sanidad Avícola (Prosa), se intensificó la vigilancia epidemiológica como parte del plan de contingencia.
El médico veterinario Julio Cordón, director del programa del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), hizo énfasis en que actualmente en el país no hay casos de Influenza Aviar de alta patogenicidad en aves de avícolas, pero mantienen las inspecciones.
De acuerdo al funcionario, el nivel de riesgo podría prevalecer en las áreas fronterizas con México y Honduras, por lo que se fortalecieron las medidas de seguridad y controles.
“El riesgo potencial existe, pero el Maga puso al servicio del Programa a más de 200 extensionistas en todo el país. Tenemos la capacidad a nivel de campo para hacer la vigilancia epidemiológica y capacidad de diagnóstico en los laboratorios”, describió.
Rastreo epidemiológico
La enfermedad entró al país por la desembocadura del río Motagua, por pelícanos localizados en el caserío Motagüilla, aldea El Quetzalito, Puerto Barrios, Izabal.
El grupo de 11 pelícanos se enterró bajo las medidas de seguridad correspondientes para evitar el riesgo de transmisión.
Cordón explicó que a partir de ese hallazgo, se hizo un rastreo epidemiológico en distintos rangos de distancia para descartar más casos, de 3, 5, y 10 kilómetros e incluso fuera de ese perímetro.
De allí que, según el funcionario, no hay presencia de aves infectadas tanto de traspatio, como de avicultura tecnificada, que según dijo “es poca” en Izabal.
“Tomamos muestras y las hemos enviamos a los laboratorios y los resultados son negativos”, afirmó.
Nivel de riesgo para consumo
El director técnico dijo que en este momento no hay ningún riesgo para la población, ya que tanto la carne de ave como huevos son inocuos y aptos para el consumo humano.
“La enfermedad se puede transmitir por maniobrar aves enfermas, ese es el riego. Si en un momento encontramos la enfermedad en aves, se deben decomisar e incinerar inmediatamente”, aseguró.
Distribuidores no ven riesgo
Diana Gómez, locataria en el Mercado Central, dijo que pese a la alerta zoosanitaria la venta de pollo se mantiene y han adquirido producto de marcas reconocidas para evitar “las alarmas”.
“A parte de eso, me he estado informando de qué es la gripe aviar para poder observar como viene el pollo y ofrecerlo”, explicó.
Sobre las variaciones de precios para los distribuidores, según Gómez, hace una semana hubo un aumento de 40 centavos por libra, pero luego volvió a nivelarse y durante los últimos días no hubo más cambios.
Betty Aquino, vecina de la zona 5, confirmó que escuchó sobre la alerta, pero sigue consumiendo pollo de una marca nacional porque confía en el “buen mantenimiento” de las aves.
No obstante, según Aquino, desde principios de año percibió un aumento de precio del insumo de hasta Q2.