Pero allá de ese debate, surge la creatividad y la protesta social. En un año de cambio de gobierno y nuevas autoridades, la política ha estado bajo el ojo crítico.
Las piñatas de políticos son el mejor ejemplo de creatividad, tradición y crítica social. De allí que usted puede pasar por las piñaterías de la zona 1 capitalina para comprar una del presidente Alejandro Giammattei o del presidente del Congreso, Allan Rodríguez. Según comentaron los comerciantes, su precio es de Q500.
O bien puede llevarse un diablito tradicional con una foto de otro personaje de la vida nacional, total el comprador y el ciudadano tiene el poder.