En 1678, el cura Diego Vélez Nájera edificó el primer templo parroquial en Taxisco que entonces formaba parte del llamado Corregimiento de Guazacapán, según el Diccionario Geográfico Nacional. Desde entonces se reporta la llegada de fieles que iban a venerar la imagen del Crucificado, según refiere el sacerdote Alejandro García, quien fue párroco durante cinco años de Taxisco y actualmente se encuentra en Nueva Santa Rosa, Santa Rosa.
El nombre de la imagen obedece a que en el siglo XVII se ubica una leyenda acerca de un peregrino que llega hasta la capilla y le pide al sacristán que le dé posada esa noche, pues no tiene dinero para pagar donde quedarse y además está lloviendo torrencialmente. El sacristán le permite quedarse y al día siguiente, cuando se dispone a abrir el templo, encuentra el crucifijo, y al ver el rostro de Jesús se da cuenta de que era el del extraño visitante.
“Por cinco años fui testigo del fervor con que se celebra, cada 15 de enero, al Santo Cristo de Taxisco”, rfiere García, quien resalta que se le atribuyen varios milagros a la imagen.
Entre los años 1930 y 1935 se derrumba la fachada original del templo, a causa de una ola de sismos, lo que llevó a los devotos a construir una ermita de madera y techo de paja. Esta se incendió y se quemaron todas las imágenes coloniales que albergaba, a excepción del Crucificado.
Inexplicable
Entre 1945 y 1946, la imagen sudó agua y en una ocasión, sangre. El 22 de septiembre de 1946, a las tres de la tarde, un nuevo milagro conmueve a la población: aparece el Divino Rostro en el pecho de la imagen de Jesús Crucificado, tal como se puede apreciar en las fotografías que se conservan desde entonces.
El sábado 23 de noviembre de 2013, en un acto histórico, fue trasladada la imagen al estadio municipal de Taxisco. En la clausura del Año de la Fe, el nuncio del Papa Francisco en Guatemala, monseñor Nicolás Thevenin, consagró esta bella imagen en presencia del obispo de Santa Rosa, monseñor Bernabé Sagastume. Así como Esquipulas es centro de devoción en el oriente del país, para el sur Taxisco se convierte en un centro de fe, expuso García.