Hizo referencia al acuerdo 300-2020 del Ministerio de Educación, respecto del retorno seguro a clases y qué debe hacer cada miembro de la comunidad educativa para garantizar el proceso de aprendizaje durante la pandemia.
Asturias consideró que, si bien la pandemia continúa y hay posibilidad de que las clases aumenten los contagios, el hecho de que los niños no fueran a la escuela dejó efectos en su psicodesarrollo: hubo aumento de la deserción escolar hasta 15 por ciento y las competencias de Matemática y Lectura disminuyeron hasta un 30 por ciento. También podría haber un impacto en su salario de -3% de por vida.
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En el otro lado de la balanza se destaca que los niños contagian menos, los padres de los niños en su mayoría son gente joven y saben cómo prevenir la enfermedad.
Asturias indicó que una escuela o colegio puede decidir ser más estricto que el tablero, es decir, puede continuar con la educación a distancia aunque la alerta sea naranja o amarilla -rojo debe ser estrictamente virtual-. Resaltó que el retorno a clases es voluntario, por lo tanto debe ser consensuado entre padres de familia y maestros.
Modelo híbrido
Para el ciclo escolar 2021 se trabajará por medio de un modelo híbrido o mixto acorde al contexto guatemalteco, en atención a lo establecido por el Sistema de Alerta Sanitaria para la emergencia covid-19 del Ministerio de Salud Pública.
Así que en las aulas habrá protocolos sanitarios con niños y maestros donde serán de uso obligatorio la mascarilla, el distanciamiento, el constante lavado de manos, uso de protectores faciales para docentes, administrativos y servicios , y ventilación.