Comunitario

|

Suscriptores

Estas son las secuelas de la violencia infantil en Guatemala

En el Día del Niño, que se conmemora el 1 de octubre, es oportuno recordar que los menores tienen derecho a una vida digna, sin maltrato ni violencia, que dejan huellas de dolor en su vida.

Estas son las secuelas que deja la violencia infantil en Guatemala

El maltrato y violencia contra niños deja traumas no solo en ellos sino en la sociedad. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

n junio generó indignación en redes sociales el caso de un niño de 3 años que fue encontrado en el patio de una vivienda en Chimaltenango por agentes policiales, maniatado con alambre, con señales de violencia y de desnutrición. Así como este, se registraron 54 casos de maltrato contra niños al día en Guatemala, en el primer semestre del 2024, según datos de la Procuraduría General de la Nación (PGN), y 55 diarios, en el 2023.

Dichas cifras apremian a prevenir estos vejámenes y así evitar consecuencias para el desarrollo integral de la niñez y de la sociedad.

Según datos estadísticos proporcionados por el Ministerio Público (MP) se registraron en todo el país 18 delitos diarios contra la niñez, como violencia, maltrato, agresión sexual y violación, entre otros, de acuerdo con denuncias presentadas en el 2022 y en el 2023, y 22 denuncias diarias del 1 de enero al 3 de septiembre de este año.

El año pasado, los departamentos en los que se registró mayor número de denuncias en el MP fueron Guatemala —mil 726—, Escuintla —491—, Alta Verapaz —406— y Quetzaltenango —369—. Este año, en los referidos departamentos, de nuevo, se reportaron más denuncias: Guatemala —mil 536—, Alta Verapaz —427—, Escuintla —352— y Quetzaltenango —325—. En el 2022 fueron seis mil 841 personas las sindicadas por delitos contra la niñez en todo el país, y en el 2023, cinco mil 880.

En el 2023, el mayor número de casos reportados en las delegaciones de la PGN se registró en la de Guatemala —ocho mil 738—, Jalapa —1 mil 506—, Escuintla —871—, Petén —858— y Alta Verapaz —755—, de los 19 mil 970 denunciados a escala nacional. En el primer semestre de este año se reportaron nueve mil 726 casos en todo el país.

En la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) se recibieron 74 denuncias por maltrato, violencia y abusos contra la niñez en el 2022; 77, en el 2023, y 78, de enero a agosto de este año.

Lea también: Rescatan a cinco niños que eran maltratados por su madre, abuela y sus convivientes

La violencia contra niños se produce en diferentes formas: física y verbal, sexual y emocional, así como abandono, descuido, negligencia y explotación de menores de 18 años. Puede ser perpetrada por cuidadores, compañeros o extraños, señala la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El maltrato psicológico está relacionado con la falta de afecto: un abrazo, un beso o conversar, señala el psicólogo Antonio Rivera, coordinador del Grupo de Psicólogos, Consejeros y Motivadores de Guatemala.

La PGN ha observado que más del 75% de los casos de violencia sexual contra niños ocurre por familiares o personas cercanas al círculo del menor. Los padres, aún conociendo la situación, no denuncian y permiten que esa victimización continúe, indica Jasmine Villagrán, jefa de Comunicación Social de la PGN. Ese patrón sucede con otro tipo de maltrato dentro del hogar, dice.

CONTENIDO PARA SUSCRIPTORES

“Actualmente, hemos notado con preocupación que se han incrementado los casos en los que niños son víctimas de violencia sexual, cometidos por personas del entorno familiar o social”, coincide Ástrid Vega Girón, defensora de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, de la PDH.

Otto Rivera, secretario ejecutivo de la Coordinadora Institucional de Promoción por los Derechos de la Niñez de Guatemala, indica que el maltrato infantil se origina en el hecho de que adultos en la sociedad guatemalteca no tienen mecanismos de resolución pacífica a los conflictos o diferencias.

"A causa del maltrato infantil, la sociedad se vuelve insolidaria, pesimista, llena de prejuicios y renuente a participar en proyectos".
Antonio Rivera, psicólogo

“Como sociedad, sin importar el pueblo, no tenemos cultura de diálogo, y queremos superar diferencias, con niños y niñas, con base en actitudes violentas, como gritos, enojos y golpes”, indica Rivera, quien recuerda que en nuestro país aún se cree que “los golpes educan y corrigen, cuando la violencia engendra más violencia”.

A los niños se les debe corregir pero no por medios violentos, sino mediante la práctica de la disciplina positiva, cuando el adulto aprende a dialogar con sus hijos, añade.

Las expresiones de violencia que se viven en el hogar y la familia se repiten en otros espacios como centros educativos y se reproducen generacionalmente.

“Los padres, al no sentirse cómodos con su existencia, buscan desahogarse y sacar su frustración, al golpear y regañar al más débil que tienen cerca, sus hijos, que no se pueden defender”, destaca el psicólogo.

La mayoría de casos, asevera Vega, ocurren en áreas rurales, donde se dificulta el acceso a la educación e información, por lo que la población no está enterada de los derechos y obligaciones a favor de la niñez.

Lea también: Ligan a proceso a mujer que intentó estrangular a su hija de 1 año

Secuelas

Los costos sociales y económicos de la violencia contra la niñez son altos, como bajo rendimiento escolar, un mayor riesgo de desempleo y pobreza, así como asociación a pandillas o crimen organizado, resalta la OPS.

CONTENIDO PARA SUSCRIPTORES

Cada caso es particular, con características distintas, pero se puede mencionar secuelas generales, expone Villagrán, como problemas de salud física como trastornos alimenticios; trastornos mentales como depresión, ansiedad, estrés postraumático, falta de concentración y problemas de aprendizaje, y dificultades para establecer y mantener relaciones afectivas.

Las consecuencias, dice Rivera, son traumas de toda naturaleza. “Estudios científicos serios demuestran que niños y niñas, sobre todo, de la primera infancia, expuestos a maltrato y violencia, pierden la capacidad de desarrollo cognitivo, emocional, evolutivo y psicoafectivo”, refiere.

“No se podrá generar una cultura de paz en las futuras generaciones, si no se resuelve de raíz su forma de comportarse. Si a una generación se le educó con violencia e indiferencia, no se debe seguir con esas actitudes obsoletas”, enfatiza.

“Sin tratamiento psicológico, la vida de
un adulto que fue maltratado en su niñez será tediosa, llena de angustia, rencor y estrés”.
Antonio Rivera, psicólogo

“Los hijos de padres que repiten el ciclo de maltrato infantil son seres infelices que albergan resentimiento y hostilidad, además de que se les dificulta relacionarse con su entorno social. Tienen pensamientos pesimistas sobre el futuro, consideran a los demás como sus enemigos y que necesitan desquitarse con ellos”, expone el psicólogo.

A causa del maltrato infantil, la sociedad se vuelve insolidaria, pesimista, llena de prejuicios y renuente a participar en proyectos.

El niño que ha sido maltratado aprende que la violencia es una manera para resolver problemas, por lo que desarrollará una personalidad violenta con su entorno, lo que le dificultará tener relaciones sanas. Además, el niño se sentirá inseguro y desconfiado hacia los adultos que le rodean, refiere Vega. Un porcentaje de niños que en su momento fueron vulnerados y carecieron de un proceso de restitución de derechos se han incorporado a estructuras criminales. Por ende, se incrementan hechos de violencia y delictivos, dice.

Prevención

Es fundamental que las instituciones competentes intensifiquen la promoción de sus programas de formación sobre crianza positiva, manejo del estrés y comunicación afectiva, indica Villagrán. La intervención temprana apoya a las familias en riesgo de recurrir al castigo físico, antes de que ocurra, proporcionando recursos y orientación. A padres y cuidadores se les debe formar sobre alternativas al castigo físico como establecimiento de límites claros, el refuerzo positivo y la disciplina basada en el respeto mutuo, indica.

Lea también: Unicef: 60% de menores de 14 años en Latinoamérica y el Caribe sufre violencia en el hogar

Asimismo, es importante la detección temprana por parte de maestros, trabajadores sociales y profesionales de la salud, de signos de maltrato o abuso, para actuar rápidamente. El maltrato contra menores de edad es un delito y cualquier persona que vulnere el derecho a la protección de ellos será denunciada e investigada para deducir las responsabilidades penales correspondientes.

Sin tratamiento psicológico, la vida de un adulto que fue maltratado en su niñez será tediosa, llena de angustia, rencor y estrés. “Es una población incapacitada para dar cariño genuino a familia y amigos, por lo que se vislumbra un cuadro tóxico emocional”, refiere el psicólogo.

CONTENIDO PARA SUSCRIPTORES

Las campañas dedicadas a prevenir el maltrato y abuso contra niños han sido insuficientes, por lo que el psicólogo propone incorporar en el pénsum de estudios una materia de educación afectiva, para llegar a la población a mayor escala, sobre cómo dar afecto y cómo relacionarse de forma asertiva con los demás, así como aprender a cultivar sentimientos y emociones positivos. La clave es activar motivantes internos de los adultos para que manejen la conducta infantil de una manera apropiada.

Es obligación del Estado garantizar la supervivencia, seguridad y desarrollo integral de niños y adolescentes. “Cuando un niño es violentado en cualquiera de sus formas, se está enfrentando a un sistema de protección integral deficiente que no le garantiza desarrollarse de forma adecuada física, mental, social y espiritual como lo manda la Constitución Política de la República”, destaca Vega.

<div style="width: 100%;"><div style="position: relative; padding-bottom: 200%; padding-top: 0; height: 0;"><iframe title="Violencia niñez" frameborder="0" width="800" height="1600" style="position: absolute; top: 0; left: 0; width: 100%; height: 100%;" src="https://view.genially.com/66eb0b704fe86460bda7a75c" type="text/html" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" scrolling="yes" allownetworking="all"></iframe> </div> </div>

Denuncias

Los casos de maltrato, violencia o abuso sexual contra niños se pueden denunciar a la Procuraduría de Derechos Humanos, teléfono 1555, o al correo denuncias@pdh.org.gt; Procuraduría General de la Nación, al 1584, o al correo denunciasninez@pgn.gob.gt, o al Ministerio Público, 2411-9191, extensión 11361.

Signos de que un niño es maltratado

  • Evidencia cambios en el comportamiento, en la alimentación y en el rendimiento escolar.
  • Suele estar muy callado, retraído y se aísla.
  • Padece problemas de sueño.
  • Tiene lesiones físicas inexplicables.
  • Desarrolla fobia a ciertos lugares y personas.
  • Manifiesta comportamientos regresivos.
  • Desarrolla conducta sexual inapropiada para su edad.

Factores que generan violencia

  • Los padres vivieron en hogares donde se les maltrataba o abusaba.
  • Vivir en una sociedad en la que se promueve escaso afecto y que está sobrecargada de estrés.
  • Estilo de vida enfocado en el trabajo y en las posesiones materiales, relegando a un segundo plano la crianza de los hijos.
  • Los padres tienen bajo nivel educativo y formación afectiva.
  • Vivir en una familia disfuncional.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.