“Hay probabilidades, ya que el laboratorio espacial está sin control. Naturalmente, está orbitando en la Tierra como chatarra. Tiene definida una órbita, pero cuando penetre en la atmósfera terrestre se va a desintegrar y sus piezas pueden tomar cualquier rumbo”, dijo Sánchez.
“Una de las trayectorias probables que hay, es que baje sobre el área de la Península de Yucatán, al norte de Petén; pero, como es chatarra y no hay control sobre ella, puede tomar cualquier dirección”, añadió Sánchez.
Centros especializados han explicado que se tendrá una información más exacta de la caída del satélite según el punto de ingreso en la atmósfera, lo que se podrá predecir tan solo una hora antes de que impacte.
¿Qué tipo de daños puede causar?
Debido a que la base está construida con metal, sus restos pueden causar destrucción, ya que viaja a 27 mil kilómetros por hora. “Cada accesorio de esta máquina puede volverse un proyectil, por la altura y velocidad a la que viene. Cada partícula puede tomar diferente dirección”, aseguró Sánchez.
“Hace unos cinco años, en Mataquescuintla, Jalapa, y Siquinalá, Escuintla, cayeron partes de un cohete espacial que se desintegró. Al penetrar, cada sección rompió la velocidad del sonido y entró con una explosión. En Mataquescuintla cayó en un campo de futbol, y en Siquinalá, en un campo de caña”, dijo el director del Insivumeh.
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— Richard Bhutada (@heirigogakumi) 28 de marzo de 2018
Sánchez añadió que se desconoce el tipo de material que la base espacial pueda contener, pues en una ocasión cayó chatarra espacial que tenía un pequeño reactor nuclear, lo cual es contaminante.
“En caso cayera algo, es conveniente aislarlo y dar aviso a las autoridades para ver cómo se puede tratar. Las posibilidades de que caiga en Guatemala son bajas, entre 1 en 10 millones, pero la posibilidad existe”, añadió.
Sánchez agregó que el Insivumeh monitorea la trayectoria del artefacto a través de las agencias espaciales internacionales.
Seguimiento internacional
“La probabilidad de resultar herido por restos (de la estación espacial) es tan alta como la posibilidad de verse alcanzado por un rayo dos veces en un mismo año”, declaró Holger Krag, director de la oficina de basura espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA), hace unos días.
De acuerdo con el organismo europeo, el impacto del laboratorio espacial chino, del que se perdió el control en 2016, no es comparable con el que dejaría un meteorito. En este sentido, desde la ESA precisan que, a partir de los 30 kilómetros de altitud, los escombros tienen una velocidad de caída normal que en ningún caso provocarían un cráter en la Tierra.
Se espera que la estación espacial Tiangong-1 de China llegue a la Tierra en algún momento durante el fin de semana, entre el 30 de marzo y el 2 de abril, según la Oficina de Escombros Espaciales de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Darmstadt, Alemania.https://t.co/P3gNUM9ceS pic.twitter.com/921JTdYDw6
— Cosmos y Astronomía (@Astronomia_ve) 28 de marzo de 2018
En septiembre del año pasado se supo que China ya no podía controlar la estación “Palacio Celestial” de 8.5 toneladas y que luego seis años en el espacio y numerosos experimentos, caería a la Tierra de forma descontrolada.
El área donde podrían precipitarse los restos de la estación de 12 metros de largo es enorme. Según Krag, podrían caer en un cinturón que abarca desde los 43 grados al sur y los 43 grados al norte del ecuador. En este sentido, podría alcanzar a todos los océanos y a todos los continentes, con excepción de la Antártida.
Puesto que la zona de posible impacto está compuesta por grandes extensiones de agua y desierto, no se sabe si se llegarán a encontrar los fragmentos de la estación una vez caigan. “Y no todo cae en el mismo punto, sino que se reparte a lo largo de entre 1 mil y 1 mil 200 kilómetros”, dijo Krag.
No se trata ni mucho menos de la primera vez que basura espacial colisiona con la Tierra. El artefacto más grande hasta ahora fue la estación rusa “Saliut 7”, cuyos fragmentos cayeron en 1991 en Argentina sin alcanzar a ninguna persona. Además, Estados Unidos no consiguió en 1979 hacer que su laboratorio “Skylab” cayese sobre Sudáfrica y finalmente se estrelló en Australia.
La ESA destacó además que la caída sin control de cascotes espaciales es habitual. “Entre 70 y 80 toneladas de restos espaciales caen de media durante un año de manera incontrolada”, manifestó el director de la Oficina de basura espacial de la ESA.
“Tiangon 1” fue lanzada al espacio en septiembre de 2011, donde realizó seis maniobras de acoplamiento con cohetes chinos de la línea “Shenzhou”. A bordo también estuvieron las dos primeras astronautas chinas.
El laboratorio espacial estuvo operativo dos años y medio más de lo planeado. China lanzó en 2016 el “Tiangong 2” para sustituirlo, donde dos astronautas pueden vivir durante más tiempo que en el antecesor. “Tiangong 2” además cuenta con una mayor capacidad de almacenamiento y puede repostar.
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