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Espíritu de la Navidad invade hogar capitalino

En gratitud a Dios por la vida de unos de sus hijos, la familia Fernández Ramírez vive la Navidad de forma singular desde hace 14 años, pues decoran cada rincón de su casa, en la colonia Altos de Fuentes, San Miguel Petapa, con miles de detalles, que la convierten en una de las más llamativas de Guatemala.

Este año, la familia Hernández Ramírez escogió el rojo para resaltar la decoración de su vivienda, ubicada en San Miguel Petapa. (Foto Prensa Libre: Paulo Juárez)

Este año, la familia Hernández Ramírez escogió el rojo para resaltar la decoración de su vivienda, ubicada en San Miguel Petapa. (Foto Prensa Libre: Paulo Juárez)

Nancy Ramírez, quien  se encarga de planificar y comprar  los adornos, asegura que con paciencia y dedicación cada año, junto a  sus cuatro hijos y su esposo, dedican tres meses para decorar la  casa con más de tres mil 500  adornos.

Añadió que  tienen figuras de Santa Claus, duendes, renos, osos y muñecos de nieve, así como  luces,   campanas, fuentes, árboles,  pascuas, velas,  nieve artificial, coronas, inflables e imágenes de la virgen de Guadalupe.

Atracción

La casa, que se ha convertido en la atracción de  vecinos de varios sectores,  se ilumina a partir  del 1 de diciembre  hasta finales de enero.

Ramírez recuerda  que  la tradición comenzó  desde que era niña, pues sus padres le inculcaron  celebrar de  manera especial las fiestas de fin de año; sin embargo, hace 14 años, decidió hacerlo con mayor  devoción por agradecimiento a Dios por la vida de Marco Antonio Fernández Ramírez, su tercer  hijo, quien nació con hipoxia cerebral —déficit de oxígeno—.


“Cada año nos esforzamos para decorar la casa como gratitud a Dios por los milagros que ha hecho en nuestras vidas”, expresó Bayron Fernández, esposo de Ramírez.

La tradición tiene un costo, pero eso no  importa para la familia, pues aparte de todo contribuyen  en  mantener vivas las tradiciones.

Fernández comentó que entre noviembre y diciembre pagan  más de Q3 mil   de energía eléctrica, además, invierten en el mantenimiento de los adornos, que  cuestan entre Q20 y Q6 mil 500.

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