La dificultad que afrontan las subcuencas se determinó a través de métodos hidrológicos y por el parámetro que establece la ONU. Este indica que cuando un río está por debajo de los mil 700 metros cúbicos de disposición de agua para una persona por año, hay estrés hídrico.
Según la investigación del Iarna, el río Las Vacas tiene disposición de agua de 496 metros cúbicos por habitante anualmente; el río Pixcayá tiene disponible mil seis metros cúbicos de agua por persona para un año y el río María Linda también presenta problemas de escasez y tiene disponibles mil 427 metros cúbicos de agua por habitante para un año.
Las tres subcuencas abastecen del recurso hídrico a la zona metropolitana, pero están por debajo de la cifra citada de metros cúbicos de agua en disposición que determina Naciones Unidas.
Sololá
En similares condiciones se encuentran 245 mil 581 habitantes de Sololá, afectados de estrés hídrico por la baja disposición de agua de la cuenca del Lago de Atitlán.
La investigación establece que el cambio climático, la contaminación de ríos y la falta de programas para el cuidado del agua causaron escasez del recurso hídrico. Se recomienda impulsar proyectos integrales, para evitar mayores daños en las cuencas.
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Cuatro subcuencias afectadas
Dos millones 931 mil 725 personas del área metropolitana enfrentan “estrés hídrico” por escasez de agua en las subcuencas Las Vacas, Pixcayá y María Linda. En Sololá hay 245 mil 581 pobladores en similar situación, por la poca disponibilidad de líquido en la subcuenca del Lago de Atitlán.
Para el 2020 habría ocho subcuencas son poca disponibilidad de agua.
En 2050 habría 21 subcuencas con escasez.
Las cuatro cuencas afectadas tienen disponibilidad de agua por debajo de los 1 mil 700 m3 por persona al año.
- Río Las Vacas
496 m3
- Río Pixcayá
1 mil 6 m3
- Río María Linda
1 mil 427 m3
- Lago de Atitán
1 mil 280